Acabo de llegar de ver un documental sobre el Holocausto (ayer fue su día conmemorativo) y, después, me ha tocado presenciar una surrealista escena de violencia (verbal, y por poco física).
No dejo de preguntarme por qué; por qué los seres humanos somos incapaces de aprender las lecciones de la historia.
Por qué.
miércoles, 28 de enero de 2009
sábado, 27 de diciembre de 2008
2008
Últimamente siento que tengo el blog medio abandonado. Entre el trabajo y las fiestas estoy todo el día sin parar. De todas formas, quería dejar algunas líneas antes de que termine el año. No soy muy dada al sentimentalismo del cambio de año; ahora todos los medios de comunicación escriben y publican palabras y más palabras sobre el balance de 2008, etc. No sé por qué, pero lo del cambio de año no me dice nunca demasiado. De todas formas, el paso a 2009 significa que pronto hará un año que este blog existe, así que sí, me siento orgullosa. Además, quizás sea buena idea recordar algunas cosas que han sucedido este año, y sobre todo comentar algo de lo que (creo) nos espera en 2009.
Ayer leía un artículo en el que se analizaba la situación de la subcomisión creada para estudiar la nueva Ley del aborto que, si todo va según lo previsto y mal que le pese al conservadurismo de este país, nacerá en 2009 (http://www.elpais.com/articulo/sociedad/llamo/ninos/embarazos/tamano/real/elpepisoc/20081226elpepisoc_2/Tes). Esperemos que, puesto que las suyas son las únicas vidas humanas que están en juego en todo este asunto, responda de verdad a las demandas de las mujeres.
Creo que 2008 ha sido un año intenso. Comenzamos precisamente con el enjuiciamiento de todas aquellas mujeres que habían abortado y que puso de manifiesto aquello que desde las asociaciones feministas ya se sabía: la desprotección e inseguridad jurídica de las mujeres con la Ley actual. Así que, repito, espero que el final de este año suponga de verdad una esperanza para todas nosotras.
En marzo tuvimos elecciones generales y renovamos Gobierno; aún conservo una contractura en el cuello como recuerdo de todo ello. Bueno, eso y algunas otras cosas bastante más agradables. Últimamente no oímos hablar más que de crisis económica; yo espero que la solución a la misma venga de la mano de las medidas integrales de cambio en las que creemos y por las que optamos en marzo (así, por lo menos, podremos decir que esta crisis nos enseñó cosas positivas y aprendimos de nuestros errores).
Con el nuevo Gobierno se creó el Ministerio de Igualdad, cuya titular, Bibiana Aído Almagro, tiene todavía una ingente labor por delante. Creo que pocas veces me he sentido tan orgullosa. Necesitamos debate, movimiento y polémicas; necesitamos que la igualdad se convierta (o siga siendo) un tema en boca de todo el mundo, todos los días del año.
Este año, por desgracia, vamos a registrar una cifra (me temo) bastante alta en lo que a víctimas mortales de violencia de género se refiere. Las cifras oficiales (Ministerio de Igualdad) hablan de más de 60 mujeres muertas; otras organizaciones, que contabilizan casos no recogidos por la Ley, pero cuyas víctimas también han muerto por ser mujeres (ver entrada de 22/11/2008, "Violencia de género que no computa": http://lamujerquemedelaganadeser.blogspot.com/2008/11/violencia-de-gnero-que-no-computa.html), realizan un cómputo que se aproxima a las 100. Da lo mismo: seguirán siendo demasiadas mientras haya una sola, no asesinada sino molestada o violentada de cualquier forma.
En noviembre Barack Obama ganó las elecciones estadounidenses, con el "Yes, we can" del cambio que anuncia para su país y para el mundo entero. Amén si realmente así es.
¿Qué más? He mencionado hechos políticos, fundamentalmente; aunque lo político, siempre, se funde con lo personal y en lo personal, este año, también ha estado lleno de cambios y sucesos para mí. Algunos, espero, culminarán y florecerán en 2009.
Seguro que me he dejado montones de cosas sin mencionar. Así que, si a alguien le apetece, agradeceré las aportaciones. ¡Feliz entrada en 2009!
Ayer leía un artículo en el que se analizaba la situación de la subcomisión creada para estudiar la nueva Ley del aborto que, si todo va según lo previsto y mal que le pese al conservadurismo de este país, nacerá en 2009 (http://www.elpais.com/articulo/sociedad/llamo/ninos/embarazos/tamano/real/elpepisoc/20081226elpepisoc_2/Tes). Esperemos que, puesto que las suyas son las únicas vidas humanas que están en juego en todo este asunto, responda de verdad a las demandas de las mujeres.
Creo que 2008 ha sido un año intenso. Comenzamos precisamente con el enjuiciamiento de todas aquellas mujeres que habían abortado y que puso de manifiesto aquello que desde las asociaciones feministas ya se sabía: la desprotección e inseguridad jurídica de las mujeres con la Ley actual. Así que, repito, espero que el final de este año suponga de verdad una esperanza para todas nosotras.
En marzo tuvimos elecciones generales y renovamos Gobierno; aún conservo una contractura en el cuello como recuerdo de todo ello. Bueno, eso y algunas otras cosas bastante más agradables. Últimamente no oímos hablar más que de crisis económica; yo espero que la solución a la misma venga de la mano de las medidas integrales de cambio en las que creemos y por las que optamos en marzo (así, por lo menos, podremos decir que esta crisis nos enseñó cosas positivas y aprendimos de nuestros errores).
Con el nuevo Gobierno se creó el Ministerio de Igualdad, cuya titular, Bibiana Aído Almagro, tiene todavía una ingente labor por delante. Creo que pocas veces me he sentido tan orgullosa. Necesitamos debate, movimiento y polémicas; necesitamos que la igualdad se convierta (o siga siendo) un tema en boca de todo el mundo, todos los días del año.
Este año, por desgracia, vamos a registrar una cifra (me temo) bastante alta en lo que a víctimas mortales de violencia de género se refiere. Las cifras oficiales (Ministerio de Igualdad) hablan de más de 60 mujeres muertas; otras organizaciones, que contabilizan casos no recogidos por la Ley, pero cuyas víctimas también han muerto por ser mujeres (ver entrada de 22/11/2008, "Violencia de género que no computa": http://lamujerquemedelaganadeser.blogspot.com/2008/11/violencia-de-gnero-que-no-computa.html), realizan un cómputo que se aproxima a las 100. Da lo mismo: seguirán siendo demasiadas mientras haya una sola, no asesinada sino molestada o violentada de cualquier forma.
En noviembre Barack Obama ganó las elecciones estadounidenses, con el "Yes, we can" del cambio que anuncia para su país y para el mundo entero. Amén si realmente así es.
¿Qué más? He mencionado hechos políticos, fundamentalmente; aunque lo político, siempre, se funde con lo personal y en lo personal, este año, también ha estado lleno de cambios y sucesos para mí. Algunos, espero, culminarán y florecerán en 2009.
Seguro que me he dejado montones de cosas sin mencionar. Así que, si a alguien le apetece, agradeceré las aportaciones. ¡Feliz entrada en 2009!
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Violencia contra las mujeres
sábado, 13 de diciembre de 2008
Feliz Navidad
Ayer acabé de leer "Feliz Navidad" (David Carion), un libro a medio camino entre la novela y el relato periodístico en el que se narra un episodio poco conocido de la Primera Guerra Mundial. Parece ser (el libro está basado en hechos reales) que durante las Navidades de 1914 el frente de batalla francés, en el que luchaban franceses y británicos contra alemanes, abandonó momentáneamente las armas y los soldados de los distintos bandos comenzaron a confraternizar entre sí. El libro, en concreto, se centra (de manera novelada, claro) en el encuentro entre soldados franceses, alemanes y escoceses en la "tierra de nadie" entre trincheras, la noche de Nochebuena y la mañana de Navidad.
Ya me gustó la película, de varias nacionalidades europeas, que estrenaron en 2005.
Imagino que desde el punto de vista literario no es muy bueno, pero creo que sí lo es desde el histórico, aunque quizás sea doloroso darse cuenta de la importancia de lo que narra. ¿Alguien se ha parado a pensar en las consecuencias potenciales de lo que allí tuvo lugar?
Imaginemos a un montón de soldados, muertos de frío y horrorizados por lo que están viviendo... mientras hacen la guerra de los grandes generales y las monarquías y los gobiernos. Soldados que de repente se dan cuenta de que quienes les lanzan granadas y metralla desde la trinchera de enfrente están tan muertos de frío y tan horrorizados como ellos... que son igual de humanos. Desde esa humanidad compartida, desde el sufrimiento descubierto, se acercan los unos a los otros y celebran la Navidad (¿desde dónde si no?).
Imaginemos las consecuencias posibles. Esos movimientos de confraternización fueron abortados en poco tiempo. Pero, ¿y si no hubiera sido así? ¿Y si la insurrección popular hubiera continuado adelante? La Gran Guerra no habría sido tan grande, ¿verdad? Porque para ello, los grandes generales, las monarquías y los gobiernos habrían tenido que luchar ellos mismos, cuerpo a cuerpo. Y eso, la verdad, no resulta fácil de imaginar. Así que la Primera Guerra Mundial habría sido muy corta; y es razonable suponer que tampoco habría existido la Segunda Guerra Mundial, ya que esta nació de la humillación y el resentimiento de la Primera. Sin nazismo, sin grandes guerras... el siglo XX habría tenido muy poco que ver con lo que ha sido.
Esta entrada estará sonando muy utópica. Que un grupo de soldados decidieran dejar descansar sus armas durante un par de días no significa que la bondad y la racionalidad impregnaran para siempre el mundo. Pero quiero hablar de mayorías... pensemos en las mayorías. Si todos los soldados de la Primera Guerra Mundial se hubieran puesto de acuerdo habrían ganado.
Esta mañana alguien me hablaba de la manifestación (perdón, concentración, la Iglesia no se manifiesta) a favor de la familia que, como cada diciembre, tendrá lugar próximamente; y me decía lo bueno que sería que muchas de esas familias-pecaminosas-y-enfermas-que-van-a-ir-al-infierno-y-otras-cosas-parecidas (esas otras familias a las que no quieren dejarles serlo) se unieran a la concentración (una magnífica manera de organizar una contramanifestación, sólo que desde dentro). Y me parece, mientras escribo esto, que el poder está justamente ahí; el verdadero poder es tener la palabra, y comunicarse para ponerse de acuerdo y, desde ahí actuar. Era difícil en la Primera Guerra Mundial, y lo es ahora, incluso con nuestros fluidos medios de comunicación postmodernos (mail, móvil...); sin embargo, quiero pensar y pienso que no es imposible, que podemos mirarnos y descubrir la humanidad compartida y el sufrimiento, y, desde ahí, justamente, celebrar la Navidad. Ha sucedido, sucede, sucederá...
Haciéndome eco del espíritu de aquellos soldados de la Primera Guerra Mundial:
Fröhe Weinachten
Joyeux Noel
Merry Christmas
Feliz Navidad
Ya me gustó la película, de varias nacionalidades europeas, que estrenaron en 2005.
Imagino que desde el punto de vista literario no es muy bueno, pero creo que sí lo es desde el histórico, aunque quizás sea doloroso darse cuenta de la importancia de lo que narra. ¿Alguien se ha parado a pensar en las consecuencias potenciales de lo que allí tuvo lugar?
Imaginemos a un montón de soldados, muertos de frío y horrorizados por lo que están viviendo... mientras hacen la guerra de los grandes generales y las monarquías y los gobiernos. Soldados que de repente se dan cuenta de que quienes les lanzan granadas y metralla desde la trinchera de enfrente están tan muertos de frío y tan horrorizados como ellos... que son igual de humanos. Desde esa humanidad compartida, desde el sufrimiento descubierto, se acercan los unos a los otros y celebran la Navidad (¿desde dónde si no?).
Imaginemos las consecuencias posibles. Esos movimientos de confraternización fueron abortados en poco tiempo. Pero, ¿y si no hubiera sido así? ¿Y si la insurrección popular hubiera continuado adelante? La Gran Guerra no habría sido tan grande, ¿verdad? Porque para ello, los grandes generales, las monarquías y los gobiernos habrían tenido que luchar ellos mismos, cuerpo a cuerpo. Y eso, la verdad, no resulta fácil de imaginar. Así que la Primera Guerra Mundial habría sido muy corta; y es razonable suponer que tampoco habría existido la Segunda Guerra Mundial, ya que esta nació de la humillación y el resentimiento de la Primera. Sin nazismo, sin grandes guerras... el siglo XX habría tenido muy poco que ver con lo que ha sido.
Esta entrada estará sonando muy utópica. Que un grupo de soldados decidieran dejar descansar sus armas durante un par de días no significa que la bondad y la racionalidad impregnaran para siempre el mundo. Pero quiero hablar de mayorías... pensemos en las mayorías. Si todos los soldados de la Primera Guerra Mundial se hubieran puesto de acuerdo habrían ganado.
Esta mañana alguien me hablaba de la manifestación (perdón, concentración, la Iglesia no se manifiesta) a favor de la familia que, como cada diciembre, tendrá lugar próximamente; y me decía lo bueno que sería que muchas de esas familias-pecaminosas-y-enfermas-que-van-a-ir-al-infierno-y-otras-cosas-parecidas (esas otras familias a las que no quieren dejarles serlo) se unieran a la concentración (una magnífica manera de organizar una contramanifestación, sólo que desde dentro). Y me parece, mientras escribo esto, que el poder está justamente ahí; el verdadero poder es tener la palabra, y comunicarse para ponerse de acuerdo y, desde ahí actuar. Era difícil en la Primera Guerra Mundial, y lo es ahora, incluso con nuestros fluidos medios de comunicación postmodernos (mail, móvil...); sin embargo, quiero pensar y pienso que no es imposible, que podemos mirarnos y descubrir la humanidad compartida y el sufrimiento, y, desde ahí, justamente, celebrar la Navidad. Ha sucedido, sucede, sucederá...
Haciéndome eco del espíritu de aquellos soldados de la Primera Guerra Mundial:
Fröhe Weinachten
Joyeux Noel
Merry Christmas
Feliz Navidad
sábado, 22 de noviembre de 2008
Violencia de género que no computa
Ayer, preparando información para el Día contra la Violencia de Género, leí que, según el Ministerio de Igualdad, este año no ha habido ninguna víctima menor de 16 años. Lo cual, no sería bueno, sino lo que cabría esperar. Sin embargo, me acordé de pronto de aquella niña de 14 años a la que mataron en Ripollet, hace unas tres semanas.
Me puse a hacer una búsqueda en Internet y acabé enfadándome. ¿Por qué el caso de la niña de Ripollet no computa en las cifras de las víctimas mortales de la violencia de género?
Para quien no lo recuerde (aunque sólo hayan pasado tres semanas, sabemos que nuestra memoria mediática es extremadamente corta) a la niña en cuestión la degolló y apaleó un compañero de instituto. Se especulaba mucho con las causas, y se dijo que el asesino había sufrido un desengaño amoroso al no ser correspondido por ella.
Lo más alucinante es que El País, por ejemplo, no mencionaba el tema de la violencia sexista en ningún momento, ni muchas otras de las páginas y blogs que consulté. Había incluso quien explicaba que es prematuro hablar de violencia de género a esas edades; está claro que no han entrado en un instituto en sus vidas. Porque la violencia de género está bien presente en las aulas, y desde muchísimo antes. No sólo, claro está, en forma de asesinatos, sino de otras muchas maneras. Que un chico de catorce años reaccione de esa manera cuando sus sentimientos por una compañera no son correspondidos sólo demuestra que existía en él una idea de posesión bien arraigada; una idea según la cual el uso de la violencia, bajo la forma de "arrebato", contra quien te dice NO, está, por lo menos, dentro de lo posible. Mi pregunta es, ¿habría sucedido al revés?
Lo peor es que me temo que, con la Ley de Medidas de Protección contra la Violencia de Género en la mano, este caso, efectivamente, no computa como violencia sexista. Porque esa niña nunca llegó a mantener una relación afectiva con su asesino. Me gustaría que alguien me lo aclarase si no es así, pero sospecho que esa es la causa de que no aparezca en las cifras del Ministerio de Igualdad. Lo cual produce escalofríos...
Y más aún, cuando los medios de comunicación realizan un tratamiento de la noticia tan sesgado e incompleto. Se resisten a llamar a las cosas por su nombre, y de ese modo disfrazan la realidad. Incorporan en sus informaciones todo tipo de prejuicios y estereotipos sobre la masculinidad y el uso de la violencia, y con ello, aun inconscientemente, disculpan un crimen.
Y esto es otra forma de violencia, mucho más cotidiana, contra todas las mujeres. Se oculta, o se maquilla, lo que sucede, llamándolo de modos diversos. Necesitamos un periodismo, y una ciudadanía, más comprometidas, que investiguen y se tomen de verdad en serio un problema que no va a desaparecer por sí solo.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Imputados/homicidio/menores/crimen/Ripollet/elpepusoc/20081104elpepisoc_9/Tes
http://www.lavanguardia.es/lv24h/20081104/53572752330.html
Me puse a hacer una búsqueda en Internet y acabé enfadándome. ¿Por qué el caso de la niña de Ripollet no computa en las cifras de las víctimas mortales de la violencia de género?
Para quien no lo recuerde (aunque sólo hayan pasado tres semanas, sabemos que nuestra memoria mediática es extremadamente corta) a la niña en cuestión la degolló y apaleó un compañero de instituto. Se especulaba mucho con las causas, y se dijo que el asesino había sufrido un desengaño amoroso al no ser correspondido por ella.
Lo más alucinante es que El País, por ejemplo, no mencionaba el tema de la violencia sexista en ningún momento, ni muchas otras de las páginas y blogs que consulté. Había incluso quien explicaba que es prematuro hablar de violencia de género a esas edades; está claro que no han entrado en un instituto en sus vidas. Porque la violencia de género está bien presente en las aulas, y desde muchísimo antes. No sólo, claro está, en forma de asesinatos, sino de otras muchas maneras. Que un chico de catorce años reaccione de esa manera cuando sus sentimientos por una compañera no son correspondidos sólo demuestra que existía en él una idea de posesión bien arraigada; una idea según la cual el uso de la violencia, bajo la forma de "arrebato", contra quien te dice NO, está, por lo menos, dentro de lo posible. Mi pregunta es, ¿habría sucedido al revés?
Lo peor es que me temo que, con la Ley de Medidas de Protección contra la Violencia de Género en la mano, este caso, efectivamente, no computa como violencia sexista. Porque esa niña nunca llegó a mantener una relación afectiva con su asesino. Me gustaría que alguien me lo aclarase si no es así, pero sospecho que esa es la causa de que no aparezca en las cifras del Ministerio de Igualdad. Lo cual produce escalofríos...
Y más aún, cuando los medios de comunicación realizan un tratamiento de la noticia tan sesgado e incompleto. Se resisten a llamar a las cosas por su nombre, y de ese modo disfrazan la realidad. Incorporan en sus informaciones todo tipo de prejuicios y estereotipos sobre la masculinidad y el uso de la violencia, y con ello, aun inconscientemente, disculpan un crimen.
Y esto es otra forma de violencia, mucho más cotidiana, contra todas las mujeres. Se oculta, o se maquilla, lo que sucede, llamándolo de modos diversos. Necesitamos un periodismo, y una ciudadanía, más comprometidas, que investiguen y se tomen de verdad en serio un problema que no va a desaparecer por sí solo.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Imputados/homicidio/menores/crimen/Ripollet/elpepusoc/20081104elpepisoc_9/Tes
http://www.lavanguardia.es/lv24h/20081104/53572752330.html
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Campañas 25 de noviembre
Esta mañana, cuando iba en metro a trabajar, me he topado con la campaña del Ayuntamiento de Madrid para el próximo 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de todas las Formas de Violencia contra las Mujeres. En ella, aparece una casita de muñecas, con una muñeca dentro a la que un puño que viene de fuera de la casa (incluso de fuera de la foto) la está golpeando. El eslogan dice:
"Que pase dentro de una casa no significa que no pase"
http://www.munimadrid.es/portal/site/munimadrid/menuitem.7fd3e0e0d226652e6ef3a5149fc08a0c/?vgnextoid=e2f7e74f8568d110VgnVCM2000000c205a0aRCRD&vgnextchannel=6e1d9ad016e07010VgnVCM100000dc0ca8c0RCRD&vgnextfmt=relFicheros
(Pinchar sobre "Publicidad marquesina").
Aparte del hecho de que el puño, como digo, surja de fuera de la foto, algo muy distinto a lo que sucede en la realidad, donde el puño está bien dentro de la casa y de las vidas de las mujeres (lo que supone precisamente una de las principales dificultades a la hora de escapar de él), tengo algunas preguntas:
¿Y en la calle?
¿Y en la oficina?
¿Y en clase?
¿Y en el autobús?
...
"Que pase dentro de una casa no significa que no pase"
http://www.munimadrid.es/portal/site/munimadrid/menuitem.7fd3e0e0d226652e6ef3a5149fc08a0c/?vgnextoid=e2f7e74f8568d110VgnVCM2000000c205a0aRCRD&vgnextchannel=6e1d9ad016e07010VgnVCM100000dc0ca8c0RCRD&vgnextfmt=relFicheros
(Pinchar sobre "Publicidad marquesina").
Aparte del hecho de que el puño, como digo, surja de fuera de la foto, algo muy distinto a lo que sucede en la realidad, donde el puño está bien dentro de la casa y de las vidas de las mujeres (lo que supone precisamente una de las principales dificultades a la hora de escapar de él), tengo algunas preguntas:
¿Y en la calle?
¿Y en la oficina?
¿Y en clase?
¿Y en el autobús?
...
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martes, 18 de noviembre de 2008
Así están las cosas
Mientras en el Hospital Carlos III de Madrid se distribuyen Guías sobre el VIH para adolescentes en las que se recomienda la abstinencia sexual y se habla de la homosexualidad en términos de promiscuidad y de 'alteración conductual', ayer, cuando volvía en metro a casa, pude experimentar bien cerquita la homofobia en la que vivimos y respiramos.
A mi lado iban charlando un chico y una chica (que no tendrían más de 35 años), y que al parecer eran abogado y abogada. Hablaban sobre alguien a quien habían conocido, y, juzgándola por su apariencia física, ella concluyó: "era una lesbiana asquerosa".
Lesbiana asquerosa.
Así están las cosas.
Tardé varios minutos en reaccionar. Esta mañana, leía un blog al que nunca me había asomado, y en el que su dueña hablaba de lo pequeña que se sentía ante las muestras de homofobia (http://despabilate-amor.blogspot.com/2008/11/pequea.html). Pequeña y diminuta. E impotente.
Sé que existen muchas y buenas razones para argumentar en contra de la violencia, en contra del odio, de la intolerancia... (ya no estoy hablando sólo de violencia, odio e intolerancia homófobas), pero cuando una oye ciertas cosas -y últimamente una tiene la sensación de que van varias, todas de golpe- no puede evitar desanimarse.
Y ayer me sentí tan diminuta...
PD1: Al parecer, la Comunidad de Madrid se ha desmarcado de la distribución de las mencionadas Guías. Si así es, me alegro de que por una vez la cordura sea la respuesta. Si no es así... me tocará sentirme diminuta un poco más.
PD2: Mensaje a todas y todos las/os hipotéticas/os adolescentes que hayan leído o estén leyendo la Guía: no hagáis ni caso. Practicad todo el sexo que podáis y queráis, con quien os apetezca (mujeres u hombres), sin cortaros un pelo y sin dejar de usar CONDÓN (esto es lo que deberían haberos explicado en la Guía, pero como hay quien está interesado/a en que no gocéis de los placeres de la vida, os lo digo yo). ¡A follar!
PD3: En la última frase es donde la impotencia se resuelve en ira.
A mi lado iban charlando un chico y una chica (que no tendrían más de 35 años), y que al parecer eran abogado y abogada. Hablaban sobre alguien a quien habían conocido, y, juzgándola por su apariencia física, ella concluyó: "era una lesbiana asquerosa".
Lesbiana asquerosa.
Así están las cosas.
Tardé varios minutos en reaccionar. Esta mañana, leía un blog al que nunca me había asomado, y en el que su dueña hablaba de lo pequeña que se sentía ante las muestras de homofobia (http://despabilate-amor.blogspot.com/2008/11/pequea.html). Pequeña y diminuta. E impotente.
Sé que existen muchas y buenas razones para argumentar en contra de la violencia, en contra del odio, de la intolerancia... (ya no estoy hablando sólo de violencia, odio e intolerancia homófobas), pero cuando una oye ciertas cosas -y últimamente una tiene la sensación de que van varias, todas de golpe- no puede evitar desanimarse.
Y ayer me sentí tan diminuta...
PD1: Al parecer, la Comunidad de Madrid se ha desmarcado de la distribución de las mencionadas Guías. Si así es, me alegro de que por una vez la cordura sea la respuesta. Si no es así... me tocará sentirme diminuta un poco más.
PD2: Mensaje a todas y todos las/os hipotéticas/os adolescentes que hayan leído o estén leyendo la Guía: no hagáis ni caso. Practicad todo el sexo que podáis y queráis, con quien os apetezca (mujeres u hombres), sin cortaros un pelo y sin dejar de usar CONDÓN (esto es lo que deberían haberos explicado en la Guía, pero como hay quien está interesado/a en que no gocéis de los placeres de la vida, os lo digo yo). ¡A follar!
PD3: En la última frase es donde la impotencia se resuelve en ira.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Una de cal y otra de arena
Estoy celebrando (mentalmente) la victoria de Barack Obama en las elecciones a la presidencia estadounidense. Creo que el mundo no cambiará radicalmente su dirección, y que Estados Unidos continuará estando -al menos durante mucho tiempo- a años luz de algunos países europeos -como por ejemplo, digámoslo sin sonrojarnos, el nuestro- en materia de derechos y políticas sociales.
Pero pienso que Obama sí supondrá un cambio y la esperanza para millones de personas -no sólo estadounidenses- que necesitan un estilo diferente de hacer política al de Bush Jr. El mundo necesita un estilo de política diferente: más dialogante; más democrático, en definitva.
Así que, en ese sentido, no puedo alegrarme más de los resultados de ayer.
Mientras celebraba (mentalmente) el mapa estadounidense que publica hoy El País en su página web, con todos esos Estados coloreados de azul o rojo, me topé con la noticia de que el Estado de California ha aprobado la Propuesta 8 (http://www.elpais.com/articulo/internacional/California/inclina/bodas/gay/elpepuint/20081105elpepuint_8/Tes), que apuesta por la modificación de la Constitución para limitar el matrimonio a la unión entre una mujer y un hombre, y anular así la decisión del Tribunal Superior de Justicia de California, de mayo de este año, que permitía las uniones entre personas del mismo sexo.
Así que ahora ya no me alegro tanto de los resultados de las elecciones. La verdad es que no me esperaba que finalmente se aprobara esta Propuesta. Creo que se trata de un retroceso claro en los derechos de gays, lesbianas y bisexuales, y de una grave pérdida democrática para la justicia social de un país que, como decía, no tiene demasiado de qué presumir en ese sentido. Ayer leía, justamente, un artículo sobre las posiciones de Obama y de McCain en materia de derechos LGTB, y, aunque las del primero sean claramente mejores, tampoco invitan a hacer fiestas (http://www.dosmanzanas.com/index.php/archives/5789; gracias a Olga, de http://www.labroma.org/). Obama, por ejemplo, está a favor de regular las uniones civiles homosexuales, pero no de equipararlas con los matrimonios (esta posición nos suena, ¿verdad?). Mientras tanto, en California, muchas parejas, tras el corto espejismo de unos meses de matrimonio, vuelven a encontrarse con la triste realidad de la desigualdad de sus derechos.
Repito: no todo (por desgracia) pueden ser fiestas.
Pero pienso que Obama sí supondrá un cambio y la esperanza para millones de personas -no sólo estadounidenses- que necesitan un estilo diferente de hacer política al de Bush Jr. El mundo necesita un estilo de política diferente: más dialogante; más democrático, en definitva.
Así que, en ese sentido, no puedo alegrarme más de los resultados de ayer.
Mientras celebraba (mentalmente) el mapa estadounidense que publica hoy El País en su página web, con todos esos Estados coloreados de azul o rojo, me topé con la noticia de que el Estado de California ha aprobado la Propuesta 8 (http://www.elpais.com/articulo/internacional/California/inclina/bodas/gay/elpepuint/20081105elpepuint_8/Tes), que apuesta por la modificación de la Constitución para limitar el matrimonio a la unión entre una mujer y un hombre, y anular así la decisión del Tribunal Superior de Justicia de California, de mayo de este año, que permitía las uniones entre personas del mismo sexo.
Así que ahora ya no me alegro tanto de los resultados de las elecciones. La verdad es que no me esperaba que finalmente se aprobara esta Propuesta. Creo que se trata de un retroceso claro en los derechos de gays, lesbianas y bisexuales, y de una grave pérdida democrática para la justicia social de un país que, como decía, no tiene demasiado de qué presumir en ese sentido. Ayer leía, justamente, un artículo sobre las posiciones de Obama y de McCain en materia de derechos LGTB, y, aunque las del primero sean claramente mejores, tampoco invitan a hacer fiestas (http://www.dosmanzanas.com/index.php/archives/5789; gracias a Olga, de http://www.labroma.org/). Obama, por ejemplo, está a favor de regular las uniones civiles homosexuales, pero no de equipararlas con los matrimonios (esta posición nos suena, ¿verdad?). Mientras tanto, en California, muchas parejas, tras el corto espejismo de unos meses de matrimonio, vuelven a encontrarse con la triste realidad de la desigualdad de sus derechos.
Repito: no todo (por desgracia) pueden ser fiestas.
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