sábado, 28 de abril de 2012

Beans ballet

Que algunas cosas no son simplemente esas cosas, sino al mismo tiempo otras, aun sin dejar de ser lo que supuestamente son. Sucede continuamente. Las hortalizas son un buen ejemplo. La comida, en general, está trazando su propia poética: solo hay que saber escucharla. La canela. O el ajo.

Y este es mi boceto para el ballet de las judías Heinz de Peggy Olson:




Vale que la foto es muy mala. Pero era la idea, ¿no? Y hace que parezcan más importantes de lo que son, ¿no? Ya no son simples judías con forma de riñón: ahora son un BALLET DE JUDÍAS.

viernes, 27 de abril de 2012

Mientras vuelvo a ver Kinsey un viernes por la noche

El lunes fui a una suelta de libros en Medialab-Prado para celebrar el 23 de abril. Yo liberé El trabajo del actor sobre sí mismo de Stanislavski y a cambio me llevé Indignation, de Philip Roth. Liberación total.

El martes comencé la cuarta escena de Cookie. Y después acabé con mis sesiones de depilación láser. El médico se despidió de mí con dos besos y de pronto fue raro pensar que hemos mantenido algún tipo de relación esporádica durante algo más de tres años. Relación platónica, claro está. Y la cantidad de cosas -trabajos y paro y crisis y Barcelona y burritos y lecturas y una tesis doctoral y alegría alegría alegría y una novela y teatro teatro y amor y más teatro- que me han pasado en este tiempo. Acabar con la depilación láser es de esas cosas que, aparte de acabar con tus inhibiciones en cuestión de posturas, te hace pensar en cómo pasa el tiempo.

El miércoles tuve una larguííííísima reunión y después terminé el día recuperando un capítulo de la cuarta temporada de Los Soprano. I hate miércoles.

El jueves vi dos pisos, renové mi carnet de conducir y vi el primer capítulo de la quinta temporada de Mad Men (on line, sí). Me encantan las casas, me encantan, y me pregunto si eso tiene que ver con mis orígenes burgueses o con mi lado cotilla o con otra cosa (esto, creo, será motivo de nuevos posts); hace diez años que me saqué el carnet de conducir (¡diez años!); adoro a Peggy Olson, no sé si ya lo he dicho alguna vez, la adoro.

Hoy he comido una deliciosa hamburguesa con queso, he hecho que me perforaran la nariz en un pequeño piso de Lavapiés (esto también es carne de otro post, sin duda, e incluso de material de ficción) y después he ido a coger el autobús, bajo la lluvia; he perdido dos autobuses: el primero porque sí y el segundo por contestar a las preguntas de unos turistas portugueses sobre la venta del eurocupón (!!).

Y nada más. Es solo que últimamente no encuentro el momento de sentarme y actualizar. Demasiadas cosas. He aquí algunos detalles. En bruto.

Y el amor, quizá, flota en el aire. O no




(Imagen de amctv.com)

domingo, 15 de abril de 2012

En fase Puntito



(Erich Kästner, Pünktchen und Anton)

sábado, 14 de abril de 2012

Hija de Babilonia y otros grandes momentos

"ESFINGE: Me das risa payaso / deberías saber que los burdeles existen para recoger tus últimos despojos / los hombres necesitan vaciarse antes de exterminar el mundo / canallas, contamináis la tierra / cada paso que dais pudre lo que hay debajo / convertís los mares en lagos muertos y los cultivos se marchitan por la peste del hombre / vosotros sois la peste / a dónde miras cuando deberías contemplar tu imagen horrenda en el espejo / la peste está dentro de ti. Fabricáis armas que os den la fuerza que no tenéis / esclavizáis azotáis golpeáis y tiranizáis usáis vuestras pistolas, cadenas, bombas, aviones y napalm, estáis tan solos y sois tan patéticos, vuestro amor significa servidumbre, dar significa tomar, amar es follar, ayudar es explotar, necesitáis a vuestras madres cabrones, amar es esclavizar a una mujer para convertirla en una vaca preñada que produzca carne de cañón para seguir matando / no podéis detener vuestra peste / sois patéticos, inacabados, no como yo, nunca como nosotras, una mujer, una esfinge. Todas las mujeres somos esfinges. He tomado el poder por todas, yo soy el poder / podría comerte vivo y eructarte en burbujas / devoro basura como tú... oh enviadme hombres fuertes y no una molécula escuchimizada / mira lo que me mandan / héroes de risa / cinéfilos de pacotilla / idólatras de las del oeste / un héroe punk / un blandengue / un cerdo machista / obsceno violador de mierda / oh error de la naturaleza en la espectral aurora de los tiempos / cuando las mujeres eran mujeres, andróginas y completas y podían reproducirse solas pero en algún lugar en algún momento un pequeño reptil abandonó nuestros cuerpos, se deslizó y se convirtió en hombre, pero nos robó nuestra bolsita de semen y desde entonces el pequeño reptil ha intentado regresar, pero ya no lo queremos, lo único que queremos es vuestra semillita, mosquito... algo que os quita treinta segundos de vuestra vida pero a nosotras nueve meses en que engendramos moldeamos alimentamos cuidamos, engordamos y después amamantamos y protegemos. Mientras tanto vosotros horadáis la tierra en busca de tesoros, os dedicáis a vuestros estúpidos juegos masculinos / lárgate, bípedo inmundo / polla pegada a un montón de basura, me das lástima / de verdad / ya me he comido mi ración de hombres esta semana / así que vete / lárgate / apestosa escoria mierda inmunda / vete, antes de que te haga pedazos / vete y conspira y maquina, hiere, explota y viola, oprime y destruye, invéntate nuevas leyes infames guiñapo de carne, pene miserable indigno de confianza. Ni siquiera poseéis nuestra capacidad de pasión... yo podría correrme diez veces por cada una tuya / ¿quieres probar machote? Tú has salido de mi costilla caballerito / ¿yo de la tuya? Vaya chiste / la mujer era Adán/ era la tierra, la mujer es la marea / la mujer es el movimiento del universo / nuestros cuerpos obedecen a las fases de la luna... nuestros pechos se hinchan y crecen y nuestra sangre poderosa brota para decirnos que formamos parte del movimiento de la naturaleza / ¿qué signos tenéis vosotros? / ¿Cómo sabéis siquiera que estáis vivos? / Acaso sangráis / o sentís patadas en el vientre / acaso una boca chupa leche de vuestros dulces pechos / podéis adivinar el futuro / podéis hacer cualquier cosa? Qué señales tenéis / una cita con la muerte / la hora del ataque / incapaces de crear tenéis que destruir / yo soy la tierra / soy el movimiento del universo / soy agua, fuego y todos los elementos / mi voz sube octavas y puede comunicarse con los muertos / mi piel es suave como el terciopelo y deseable para los rostros ásperos y duros cuerpos musculados para faenar, para esforzarse en la faz de la tierra por nosotras / la sal de la tierra / la mujer / nosotras / el sexo / la esfinge, el coño grande y majestuoso, la gran boca de la vida / el sueño de los hombres en sus dolorosas noches solitarias / la eterna dicha por la que los hombres mueren y envidian y compiten / por la que enferman y ansían y enloquecen / así que vete, eres pequeño e insignificante, lárgate gusano o te partiré los dientes y te arrancaré los dedos / vete a tomar por culo o métete una bomba maldito gilipollas montón de mierda cabrón asesino basura... vete, me das ganas de vomitar".


(Steven Berkoff, Como los griegos)

jueves, 12 de abril de 2012

Nonadas*



"En realidad no importa. Ahí va una nonada.
Será interesante ver lo que ocurre"


(Sloan Wilson, El hombre del traje gris.
Imágenes de AMC)






* Nonada=insignificancia, menudencia, nimiedad, pequeñez, tontería, bagatela, fruslería

miércoles, 11 de abril de 2012

Semana santa


Si este país no fuera tan asquerosamente clerical yo no tendría tantos problemas para disfrutar escénicamente de esa curiosa y sobrecogedora muestra de excentricidad cultural que son las procesiones.

viernes, 6 de abril de 2012

El jardín de las flores vivas


"Alicia emprendió de nuevo la marcha y, en esta ocasión, llegó junto a un gran macizo de flores, bordeado de margaritas, en cuyo centro se alzaba un sauce llorón.
-¡Ay, azucena atigrada! -suspiró Alicia, dirigiéndose a una flor de esa especie que se mecía dulcemente con la brisa-. ¡Ojalá que las flores pudierais hablar!
-¡Pues claro que podemos! -le contestó la Azucena; y añadió-: Siempre que haya alguien que valga la pena...
Alicia se quedó tan atónita que, durante un buen rato, no consiguió articular palabra: el asombro la había dejado sin habla. Por fin, viendo que la Azucena seguía columpiándose en la brisa, se decidió a preguntarle de nuevo, con una voz muy tímida, casi con un susurro:
-¿Y todas las flores podéis hablar?
-Tan bien como -repuso la Azucena-, y desde luego ¡bastante más alto!
-Por cortesía, no nos corresponde a nosotras hablar primero, ¿sabes? -le dijo la Rosa-. Me estaba preguntando cuándo te decidirías de una vez... "No tiene cara de tonta, no, me decía para mis adentros, pero tampoco es que sea muy inteligente". Además, ¡hay que reconocer que el color también te ayuda mucho!
-A mí el color me trae sin cuidado -dijo la Azucena-. Lo que me preocupa son sus pétalos... ¡Estarían mejor más ondulados!
A Alicia no le gustaba que se metieran con ella, así es que decidió cambiar de tema:
-¿No tenéis miedo de estar plantadas aquí solas, sin nadie que os cuide?
-Para eso está ahí ese árbol -le dijo la Rosa-. ¿De qué serviría si no?
-¿Y de qué os va a servir, en caso de peligro? -insistió Alicia.
-Nos cuida con tanto mimo, que hasta llora por nosotras -le dijo la Rosa.
-¡Pero si por eso se llama sauce "llorón"! -apostilló una Margarita.
-¿Es posible que no supieras eso? -exclamó otra Margarita.
Y comenzaron a vociferar todas a la vez, de manera que se armó un guirigay de voces que parecían llenar el aire con sus gritos ensordecedores.
-¡A callar todas! -les ordenó la Azucena atigrada, mientras cimbreaba su cuerpo violentamente-. Se aprovechan de que no puedo alcanzarlas- jadeaba muy excitada, inclinando su cabeza hacia Alicia- porque si no... ¡verían lo que es bueno!
-No te preocupes -le dijo Alicia para tranquilizarla; e inclinándose sobre las margaritas, que de nuevo comenzaban a alzar la voz, les susurró-: ¡Si no cerráis el pico, os arranco una a una!
Al momento se hizo el silencio y algunas margaritas rosadas palidecieron.
-¡Muy bien hecho! -le dijo la Azucena atigrada-. A ver si así escarmientan... Desde luego, las margaritas son las peores... Habla una y ya están todas hablando a la vez... ¡La ponen a una al borde del marchito!
-¿Dónde aprendisteis a hablar tan bien? -le dijo Alicia a la Azucena atigrada, tratando de quitar hierro al asunto con el halago-. He paseado por muchos jardines y puedo aseguraros que en ninguno he visto flores que hablaran.
-Es muy sencillo -le dijo la Azucena atigrada-. No tienes más que apoyar la mano en el suelo y sabrás el porqué.
Así lo hizo la niña.
-Desde luego, el suelo está muy duro -dijo Alicia-, pero no veo qué tiene eso que ver.
-En la mayoría de los jardines -le explicó la Azucena-, las flores están en unos lechos tan blandos, tan blandos..., ¡que están siempre dormidas!
Alicia se quedó maravillada de la coherencia de aquel razonamiento.
-¡Cómo no se me habrá ocurrido a mí antes! -comentó, admirada.
-¡Me parece a que a ti se te ocurren muy poquitas cosas! -comentó la Rosa en un tono algo sarcástico.
-Nunca había visto a nadie con más cara de boba -dijo una Violeta, que no había intervenido aún en la conversación; y lo hizo de una forma tan brusca que Alicia dio un salto al oír su voz.
calla la boca! -le ordenó la Azucena atigrada-. ¡Como si en tu vida hubieras visto a tanta gente! ¡te pasas el día roncando con la cabeza escondida entre las hojas! ¡Qué sabrás tú de lo que pasa en el mundo, capullo, que sabes menos que un capullo!"


(Carroll, L., A través del espejo y lo que Alicia encontró allí.
Imagen de John Tenniel para la edición original de Alicia)

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