lunes, 30 de septiembre de 2019

No-cumpleaños



Hoy comienza el curso en Helvéticas.
Trimestre cumpleañero: en noviembre hacemos 10 años en ESTO (esto de escribir y enseñar a escribir).
Mi vida es un reflejo, a escala, de la vida de la escuela.
Es así.
De momento, hasta que llegue noviembre, celebramos nuestro no-cumpleaños.
Estrenamos Curso Regular de Escritura, plataforma digital nueva, y pronto tendremos nuestro primer club de lectura:)

sábado, 28 de septiembre de 2019

La revolución de septiembre




"Por eso mismo quizá es justo el momento que podríamos soñar con estirar. No ya la "gran utopía" de agosto (y su prolongación imposible), sino una heterotopía: un pequeño cambio, pero decisivo, algo más viable, más habitable y accesible".

Amador Fernández-Savater (Visto en RR.SS.)



Hace unos días comentaba Amador Fernández-Savater que le gusta el mes de septiembre, cuando "todo arranca pero despacito". El ritmo es más suave al comienzo; vamos todas con más cuidado, procurando no incordiar demasiado a quien aún se está desperezando. Estamos todas todavía en pijama y con legañas, y por eso no damos por sentado que tiene que haber alguien al otro lado de la línea/el correo/la red social en el mismo-momento-que. Esperamos. Y mientras lo hacemos, puede que hasta descubramos cosas, e incluso nos conmovamos con algunas de ellas, yo qué sé. Algo tiene septiembre de agujero en la madriguera: revolución lenta, pero posible, aliento esperanzado de un nuevo comienzo. Podemos respirar en septiembre.

Eso fue el día 8. A medida que el mes avanza, todo se va volviendo más complicado. Nos da por reunirnos, para trabajar o para coordinar: eventos, proyectos, nuevas reuniones. Nos da por enviar mensajes y exigir que el otro nos los conteste. Pero ya. Nos da por. Y mientras tanto, la vida empieza a correr: tanto, que llegamos a no darnos ni cuenta de lo que ocurre. Respiramos pero no respiramos.

La vida se vuelve anaeróbica.

Hace tiempo que instituí los martes y los sábados como días para la escritura. Lo respeto, en la medida en que puedo: hay semanas en que es fácticamente imposible. Pero esta semana he podido. Me levanté el martes, casi a las nueve y media. Revisé el correo, actualicé el blog. El día anterior había sido día de curro-curro. Abajo, al otro lado del balcón, las niñas y los niños gritaban camino del colegio. Yo me hice una tostada. Me cepillé los dientes. Me sumergí en el texto teatral que me ocupa estas semanas –un encargo–, revisé varias escenas, reescribí y después las envié. Me fui a nadar, y después a la sauna. Compré fruta. Regresé a casa, me duché. Volví a ponerme el pijama, recogí la ropa de la cuerda. Comí y después seguí escribiendo.

Hay una parte de mí que lleva años tratando de convencerse de que lo que hago los martes es trabajo. De hecho, he realizado un esfuerzo considerable, por las buenas y por las malas, para convencer a mi entorno de que es así.

Pero el caso es que esta semana me he dado cuenta de que no. Sé que en parte es culpa de la lectura de Federici, que tengo cercana. Me da igual. Todo lo que hacemos es poner parches. La categoría de trabajo (asalariado) ha sido inventada por este sistema neoliberal en el que vivimos, y solo funciona en él. Damos por sentado que el trabajo sirve para realizarse, cuando en realidad el trabajo, lo que es, para la mayoría, es una necesidad. ¿La escritura? ¿La música?... No son trabajo. No tienen ni un valor, ni un tiempo: no tienen cabida en este sistema. Son agujeros, como septiembre. Respiraderos. Conductos hacia la madriguera.

Quienes escribimos, quienes creamos, somos topos dentro del sistema. Por eso nos deslumbra y nos ciega. Avanzamos con torpeza, en bata y con legañas. Somos lentas, roedoras, creativas. No encajamos. No trabajamos. Inventamos subterfugios, formas de: cotizar, llenar el carro de la compra, llegar a fin de mes. Parches. Porque, pese a todo, también vivimos y comemos en él.

Topos, disidentes: somos resistencia. Resistencia aeróbica. Como septiembre.

martes, 24 de septiembre de 2019

Rebaño de croquetas



De gallina.

El Cervantes



¿Cuándo sucede eso que llamamos amor?
¿Qué es eso que llamamos amor?
Algún momento entre el final de 2013 y el principio de 2014.
El deseo de acompañar.
No nos enamoramos en el vacío, sino a través de las cosas que hacemos con el otro. Los paisajes que admiramos. Los objetos que tocamos. 
Lo que se ve en la foto es una mesa del Cervantes, el bar-cafetería-pizzería de la calle León 8, en Madrid.
Íbamos muchos sábados y domingos a desayunar, tostadas de tomate con orégano, y poleo. A veces pincho de tortilla. Café con leche.
Nos entrelazábamos en torno a esos pies construidos sobre patas antiguas de maquinas de coser, y reponíamos fuerzas tras la noche.
Hacíamos planes, aún sin creérnoslos del todo.
Redescubríamos una ciudad que, quizá todavía no lo sabíamos, ya se nos estaba cayendo.
El día 30 de este mes el Cervantes cierra sus puertas: han vendido el edificio entero a un nuevo dueño que a su vez va a venderlo... local incluido. Pisos de lujo, parece. O Air Bnb. No me quedó claro. Las camareras, al paro. La clientela, a nuestras casas. No hay muchos bares para desayunar, en la zona. Pero qué más da. Cada uno a lo suyo, que la calle no es de nadie. 
Es de todas.
Y así perdemos la ciudad y también un poco a nosotras mismas. La ciudad, y sus espacios, algunos privados, se ocupan con acción íntima performada –esto es, cuerpo mediante– en público: me enamoré, seguro, a través de un café con leche después de mucho sexo del bueno.
Id al Cervantes, estos últimos días; aunque nadie vaya a encadenarse ni a hacer mucho ruido, id. Seguid amándoos pero no lo hagáis a escondidas, por favor, molestad todo lo que podáis. 
Y después no os olvidéis de comprar la Nexpresso.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Leer (o no)



Algunos veranos leo mucho, y algunos veranos no leo nada. Este año me piqué conmigo misma y empecé a anotar títulos y después a tacharlos, en mi agenda, a medida que iba leyendo. Y así es como devoré todo esto:

Así es la vida. Respuestas filosóficas y divertidas a preguntas de niñas y niños, de Tomi Ungerer
Tiempos de swing, de Zadie Smith
El nudo materno, de Jane Lazarre
La cosa perdida, de Shaun Tan. ÁLBUM ILUSTRADO
El árbol rojo, de Shaun Tan. ÁLBUM ILUSTRADO
El pez rojo, de Taeeun Yoo. ÁLBUM ILUSTRADO
Sombras, de Suzy Lee. ÁLBUM ILUSTRADO
Espejos, de Suzy Lee. ÁLBUM ILUSTRADO
Una niña, de Carlos Grassa Toro y Pep Carrió. ÁLBUM ILUSTRADO
Conversaciones entre amigos, de Sally Rooney
Marcelín, de Sempé
Leer o no leer, de Virginia Woolf
Piruetas, de Tillie Walden. CÓMIC
Historia de España contada a las niñas, de María Bastarós
Érase una voz. El primer libro del bebé, de Beatriz Sanjuan
Las niñas buenas no van al Polo Sur: Relato de la primera mujer en el Polo Sur, de Liv Arnesen
La Señora Meier y el mirlo, de Wolf Erlbruch. ÁLBUM ILUSTRADO
La Señora Dalloway, de Virginia Woolf
Aquel verano, de Mariko y Jillian Tamaki. CÓMIC
Manifiesto SCUM, de Valerie Solanas
En el laberinto de la palabra. Guía de viaje, de Arianna Squilloni.
Caliban y la bruja: Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, de Silvia Federici
Patria, de Fernando Aramburu
Teoría King-Kong, de Virginie Despentes
Los cuerpos que importan en Judith Butler, de Silvia López (aún inconcluso)

La imagen es de la primera ratatouille de este otoño... Otro loco collage:)

*

Es cierto que no obtenemos absolutamente nada de la lectura aparte del placer; es cierto que el más sabio entre nosotros es incapaz de decir en qué consiste tal placer. Pero ese placer –aunque sea misterioso, desconocido e inútil– es suficiente. Ese placer es tan curioso, tan complejo, tan inmensamente fecundo para la mente de cualquiera que lo disfrute y tan copioso en sus efectos que no resultaría en absoluto sorprendente descubrir el día del juicio, cuando los secretos se revelen y lo oscuro se haga claro, que la razón por la que hemos pasado de ser cerdos a hombres y mujeres, por la que hemos salido de las cuevas y soltado los arcos y las flechas, por la que nos hemos sentado alrededor del fuego para charlar, beber y pasarlo bien, por la que hemos dado a los pobres y ayudado a los enfermos, por la que hemos construido casas y aceras, y por la que hemos levantado algún tipo de refugio y sociedad sobre la tierra yerma no es otra sino esta: hemos amado la lectura.


Virginia Woolf (Leer o no leer)

lunes, 16 de septiembre de 2019

Hacia lo desconocido... y más allá






La Revista de Assitej Internacional publica mi artículo Hacia lo desconocido... y más allá. Teatro e infancia como escuelas de resiliencia, en versión bilingüe y acompañado de mi propia ilustración.
Se ha presentado en el encuentro artístico que ha tenido lugar en Kristiansand, en Noruega, la semana pasada.
Aquí se puede leer en versión digital:
El diseño y la edición son preciosas.
Y yo no podría estar más contenta 💚💚

domingo, 15 de septiembre de 2019

Running Girl



... una vida en la que sea posible respirar.


Que lee a Silvia López, que lee a Judith Butler.
Resfriada.


Silvia López, Los cuerpos que importan en Judith Butler (2019)

sábado, 14 de septiembre de 2019

Segundos



Canadá como bastidor...


Les invasions barbares (Denys Arcand, 2003)

viernes, 13 de septiembre de 2019

martes, 10 de septiembre de 2019

La fealdad




















Mira esas casas duras y sólidas.
Mira las puertas del metro que se cierran sin pedir permiso.
Mira el queso, una amenaza a la seguridad internacional.
Aquí hay basuras,
trabajo mal remunerado,
copas de Burdeos a 8 euros.
Pero cuando abro los ojos y miro
todo lo que veo son ventanas.

viernes, 6 de septiembre de 2019

jueves, 5 de septiembre de 2019

P u n k



Siempre me ha impresionado la belleza de la ciudad, y ese día especialmente. La violación, como si estuviera ya contenida de algún modo en la ciudad, no perturba esa tranquilidad. Cierro la tienda y voy a dar una vuelta. Me indigno más ese día que cuando nos ocurrió a nosotras. A través de su historia comprendo que la violación es algo que se pilla y de lo que después no te puedes deshacer. Contaminada. Hasta ese momento, yo creía que lo había asumido bien, que tenía la piel gruesa y cosas mejores que hacer en lugar de dejar que tres paletos me traumatizaran. Pero al darme cuenta de hasta qué punto yo veía la violación de mi amiga como un acontecimiento a partir del cual nada sería nunca como antes, acabé aceptando, de rebote, lo que nosotras mismas sentíamos. La herida de una guerra que se libra en el silencio y en la oscuridad.


Virginie Despentes, Teoría King Kong

miércoles, 4 de septiembre de 2019

Septiembre, pues

Confieso que tengo (sigo teniendo) una relación muy complicada con los viajes.
También con el dinero.
Que no soporto la impotencia, y a veces tampoco me la perdono.
Mañana, por fin, París.




Mi ambivalencia, siempre.


(Imagen de culturepassport.com)

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