martes, 31 de julio de 2018

La vida (Instrucciones de uso)



Ni vivir para trabajar, ni trabajar para vivir. Vivir, trabajar, y además hacer otras cosas como observar, desde la oscuridad del coche que atraviesa Castilla, cómo un eclipse convierte la luna en un globito naranja amarrado a una cuerda, amarrado al capó, amarrado a...
Hervir judías verdes. Beber Aquarius. Comprar sushi. De postre, natillas de chocolate.
40 largos en la piscina y 15 minutos de sauna.
Sol y manguera de riego.
Llevar el móvil a arreglar (otra vez); aprovechar los viajes en metro (Hegel a la ida; Kierkegaard a la vuelta).
Encargar la segunda copa menstrual; hacer el seguimiento de su viaje, desde Mataró (desde Alemania), a través de la web de Correos.
Escribir. Escribir.
Netflix, Filmin.
Escribir.
Tomar cinc una vez al día.
Limpiar el microondas.
Comprar cinta adhesiva para el tubo del aspirador.
Programar Moodle; ponerlo bonito.
Leer 43 textos teatrales.
Llamar al administrador y pedirle que arregle el telefonillo.
Hacer gazpacho. Hacer limonada.
Llevar el coche al taller
NOTA: No olvidar desamarrar antes el globito, y prenderlo a la pata de la cama.


(Necesito agosto. Ya.)

sábado, 28 de julio de 2018

Veraneo... digo Juego... digo Cerdo




Una vez, cuando surgió el sistema solar, la luna fue arrojada lejos de la Tierra con una fuerza enorme. Conservará eternamente esa fuerza porque se mueve en un espacio sin aire y sin resistencia...


Jostein Gaarder, El mundo de Sofía (1991)

lunes, 23 de julio de 2018

Una mano loca



... para comenzar las vacaciones:) 

viernes, 20 de julio de 2018

Cuento de hadas



Mi vida es un cuento de hadas... con monstruos incluidos.


Tomi Ungerer, en el documental Far Out Isn't Far Enough? The Tomi Ungerer Story (Brad Bernstein, 2012)



Así acaba esta semana-monstruosa.

domingo, 15 de julio de 2018

jueves, 12 de julio de 2018

La herida



Unos meses más tarde, estábamos dando nuestro paseo vespertino cuando comenté algo sobre cómo nadie nos había abrazado de pequeñas. Dije "nos" en lugar de "te". Me cogió de la mano. Nunca lo había hecho; por lo general, caminaba detrás de mí soltando sus frases.
Las dos nos sentamos y lloramos.
"Aprenderemos a amar", le dije.


*

Freud colonizó el mito de Edipo y lo renombró como el hijo que mata al padre y desea a la madre. Pero Edipo es la historia de una adopción, y también la historia de una herida. Yocasta, la madre de Edipo, perfora los tobillos de Edipo antes de abandonarlo, para que no pudiera escaparse gateando. Lo rescatan y vuelve para matar a su padre y casarse con su madre, sin que nadie lo reconozca, excepto Tiresias, el adivino ciego; un caso de una herida que reconoce a otra.
No puedes deshacerte de lo que es tuyo. Aunque lo arrojes lejos, siempre está el regreso, el ajuste de cuentas, la venganza, quizá la reconciliación.
Siempre está el regreso. Y la herida te llevará hasta allí. Es un rastro de sangre.
(...)
Nacer es ya una herida. La sangre menstrual tenía un significado mágico. La llegada del bebé al mundo desgarra el cuerpo de la madre y deja la cabecita todavía suave y abierta. El niño es una cura y un corte. El lugar de lo perdido y lo encontrado.
Está nevando. Aquí estoy yo. Perdida y encontrada.


Jeanette Winterson, ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? (2011)
Imagen de escultura: Maman, de Louise Bourgeois (1999)

domingo, 8 de julio de 2018

viernes, 6 de julio de 2018

Espíritu-hamaca, cuerpo-hamaca



Después del café dimos un paseo hasta el establo para echar un vistazo a los cerdos. Los cerdos adultos no son muy amistosos, pero los cochinillos son diferentes; los de Dawsey tienen manchas, son juguetones y traviesos. Todos los días hacen un nuevo hoyo bajo la cerca, aparentemente para escaparse, pero en realidad lo hacen para divertirse viendo cómo Dawsey lo vuelve a tapar. Tendrías que haberlos visto reír cuando él se aproximó a la cerca.


Mary Ann Shaffer y Annie Barrows, La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey

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