viernes, 25 de enero de 2019

Leer a Beigbeder. Odiar a Beigbeder.

... escuchaba Scarborough Fair, de Simon y Garfunkel, en los auriculares. La letra de esta canción medieval  es una definición del amor cortés: ese amor de un caballero por una dama a la que no ve jamás, a distancia, sin esperar nada a cambio. El amor recíproco es dichoso, pero vulgar; el amor cortés es doloroso, pero noble. Salinger y Oona son una historia de amor cortés. Chaplin y Oona son el matrimonio más exitoso que conozco. La vida perfecta es haber vivido los dos, como Oona.
Creo que no hay que desear el amor cortés, ni siquiera a tu peor enemigo. Pero también creo que la literatura no es la vida, y que no hay nada más bello, en un libro y únicamente en un libro, que esas historias no vividas. No han tenido lugar, no han dado nada, no han durado, no han existido (o "inexistido") más que para convertirse en una novela o un poema.


Frédéric –capullo– Beigbeder, Oona y Salinger (2014)

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