sábado, 18 de octubre de 2008

Censura, estigmas y otras enfermedades nacionales


Por si no se capta muy bien en la imagen (era más de media noche, y tuve que correr para no perder el metro), la foto corresponde al cartel publicitario de la película "Diario de una ninfómana", que se estrena en estos días.
La polémica ha estado servida porque en algunos lugares, como por ejemplo en nuestra querida Comunidad de Madrid, los carteles han sido censurados y se les ha colocado una raya negra que cruza de lado a lado (y que debería apreciarse en la foto). Nada nuevo bajo el sol; en este país lo de la censura es más viejo que la tos.
No he ido a ver la peli, y no creo que vaya. Aunque si todo esto ha servido para algo, me imagino que será para que mucha más gente vaya al cine. Aunque sólo sea por llevar la contraria. Y no me extraña; lo de la foto es algo tan burdo que, si no fuera por lo que es, daría risa.
Aunque no me río. Mi inquietud es otra. ¿Por qué nadie se ha llevado las manos a la cabeza ante el título de la película, y en cambio se esfuerzan por taparnos la imagen? Que no se me entienda mal; soy de las que opinan que las mujeres tendríamos que haber pasado mucho más tiempo a lo largo de la historia con la mano en el sitio que nos tapa la raya negra. Precisamente por eso, la palabra "ninfómana" me pone los pelos de punta. No estoy segura de si la ninfomanía sigue catalogada médicamente; desde mi punto de vista, ello sólo sirve para patologizar (y por lo tanto normativizar) y estigmatizar eso que ha merecido los empeños de la censura por los siglos de los siglos: el deseo sexual de las mujeres.
Por eso me choca que se dediquen tantos esfuerzos a taparnos la imagen, y en cambio nadie proteste por el título. Aunque no sé por qué. En el fondo, como decía, nada nuevo bajo el sol...

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder, Lola. Empiezo a pensar que lo haces por provocar.

No te enteras de una, chica.
La película ha sufrido censura PRECISAMENTE a causa de su título, y no tanto de la imagen.
De hecho, el director y equipo de márketing, ante la censura anunciada, hicieron una propuesta:
Colocar un cartel en blanco sólo con él título, lo cual no hizo cambiar de opinión a los censores.
Eso fue lo que demostró que el problema era con el título y no tanto con la imagen (pues sería absurdo, ya que hay mil carteles de lencería que son, al menos, igual de explícitos).

Estamos de acuerdo en que el hecho de que haya censura de ciertas cosas es triste, sobretodo cuando --como dijo el director de la película en cuestión--, si la película se llamase "Cómo ser un asesino perfecto", nadie pensaría en censurarla.
Otra excusa que puso la Comunidad de Madrid es que en el cartel no avisaba de que es no apta para menores de 13 años (menuda excusa chusca).
Con todo, creo que de nuevo, caes en lo mismo de siempre:
Ser progresista no implica avanzar a toda costa; o dicho de otro modo: no todo ir más adelante significa avanzar.
Hay muchos carteles que están a la vista de niños, por ejemplo, y mientras el cuerpo de un hombre o mujer pueden ser considerados naturales, creo que podríamos estar de acuerdo en que ciertas cosas no lo son tanto. ¿Ninfómana está entre esas cosas? Cuando menos es discutible.

Por otro lado, también como siempre, luchas contra gigantes inexistentes.

Puede ser totalmente cierto que durante mucho tiempo se haya despojado a la mujer de su derecho a disfrutar de su cuerpo y expresar su sexualidad a su antojo. (Penosos algunos manuales en época franquista).
Pero de ahí no puedes extraer que no existan enfermedades o trastornos del comportamiento, en este caso, sexual.

Una ninfómana sería algo así; una mujer que vive obsesionada con el sexo, con practicar sexo... casi independientemente de quien sea el/la compañer@ de juegos, y de un modo que escapa a su control o su voluntad.

Nadie llamaría ninfómana (al menos, no seriamente) a una mujer que practica el sexo con dos hombres en una noche, por que le da la gana... o a una mujer que expresa lo mucho que disfruta con el sexo. Son cosas distintas, muchacha.

Como siempre, ves fantasmas allí donde no los hay. O al menos, ves más fantasmas de los que hay.
Que haya habido una situación de injusticia y opresión para con la mujer (y que aun la haya en muchos ámbitos) no significa que TODO lo que pasa en el mundo sea expresión de esa supuesta opresión.

L. dijo...

Hola de nuevo, Anónimo

Sé perfectamente cuáles han sido las explicaciones de la Comunidad de Madrid, y qué han dicho los/as responsables de la película. Pero siguen sin convencerme. Si el título ha molestado, no ha sido desde luego porque se refiera a una acusación injusta para las mujeres. Y no, no creo que fuera el título el motivo principal de la censura, aunque así lo hayan hecho ver; si así fuera, la censura no se reduciría a una raya negra que cruza sólo la imagen (no sé tú, pero yo sigo leyendo perfectamente el título).

Los fantasmas que veo, y ante los que protesto, me temo, son bastante reales. Y, desde luego, no hace falta irse a ejemplos de manual como los del franquismo, que ya resultan casi tópicos. Los tenemos aquí, y ahora, y todos los días. Cuando leo la palabra "ninfómana" en un cartel publicitario pienso que se trata de una maniobra comercial que trata de vender empleando un apelativo muy poco justo para aquellas a quienes califica.

Así que no seamos ingenuos e ingenuas, y cuestionemos un poco lo que vemos y oímos. Porque suele haber siempre un "más allá" de razones y motivos no dichos en voz alta.

Anónimo dijo...

Sí, el más allá es que la palabra vende, porque el morbo vende, el sexo vende, y porque cierto tipo de sexo, más.

Dices que estás informada, pero parece que no. Si el cartel ha salido adelante, es porque alguien ha cedido (la intención es que no saliese en ninguna parte). Y si te parece que han censurado el cartel con esa raya, es que no has visto el original.
De hecho, te diré dos cosas:
En primer lugar, el hecho de que aparezca con esa "raya", me hace sospechar. En absoluto creo que se trate de una censura. Me da al impresión de que parece más una estrategia de márketing de la productora que de otra cosa.
Y esto, porque en segundo lugar, ya te digo que se propuso poner sólo un cartel blanco con el título de la película y la empresa de transportes se negó también.

Por cierto, Gallardón ha dicho que el Ayuntamiento no tiene nada que ver (claro, que quizá esté de acuerdo con la censura). En cualquier caso, mi opinión de todo esto del cartel es la siguiente:

La productora coge un libro de título y contenido polémico (porque el sexo es así) y planea hacer una película cuyos carteles sabe que generarán muchos espectadores...
Pero fíjate que pasa algo que seguro que no esperaban: les censuran... comprueban que es por el título. ¡¡¡Fiesta!!!
Mejor no le puede venir a la productora: publicidad gratis!!!
Y al final, la presión mediática y la palabra "censura" hacen retroceder a quienes querían censurar; resultado, el cartel puede aparecer.
Pero la productora no saca ya el cartel limpio, sino que prefiere poner una especie de raya que no censura ya nada: solo produce el morbo que produce lo que insunúa y no enseña.
Este creo que es el asunto.

Otra cosa es lo de los molinos: sigues sin entender mis posturas. No soy tan radical como piensas. No digo que no haya nada por hacer, ni que no haya situaciones injustas y ocultas. Lo que digo es que tú ves cosas de más; cosas donde no las hay.

Ahora te digo: ¿Por qué el apelativo ninfómana es injusto? ¿Sabes lo que significa? ¿Crees que no es posible que haya personas con ese trastorno?
Si crees que aun así, poner un nombre a su trastorno es tratarles injustamente, quizá seas tú la que deba revisar sus prejuicios, pues la palabra no tiene ninguna marca peyorativa en sí misma, y creo además que está correctamente usada en este caso.

Anónimo dijo...

No entiendo qué estais discutiendo. "Diario de una ninfómana" es, tal cual y sin censura que valga, el título del libro de Valérie Tasso. Sí, y ella más que nadie, puede ponerle título a su vida. Por cierto, tendríais que ver la portada del libro, esa sí que hubiera sido censurada!
Lola, no sé si te has leído el libro o si sabes algo de esta mujer. Francesa, de familia "bien", con buenos estudios y buena posición laboral que siente predilección por el cuerpo, especialmente por el sexo. En su vida entremezcla la ejecutiva agresiva de éxito con escapadas sexuales acompañada de desconocidos o amantes esporádicos. Debido a circunstancias de la vida pierde su trabajo y se enamora de un tipo que se queda con todo su dinero. De ahí que decida dedicarse a la prostitución, algo que ha hecho siempre pero sin cobrar.
Aquí no veo represión patriarcal ni nada por el estilo. Veo que ha sido una mujer segura que ha hecho lo que ha querido siempre con su cuerpo, con quien ha querido.
Poner ninfómana no sé si ha sido una maniobra comercial, lo que está claro es que eso habría que preguntárselo a Valérie Tasso o al editor de su libro. Lo de ahora son minucias hija. Creo que llevas las cosas demasiado a extremo. Igual que tú puedes creerte muy liberada, muchas mujeres también lo están, y utilizan el sexo libremente. Sí, eso existe.
Y, por cierto, la ninfomanía es una patología muy chunga que existe, sí, igual que existen muchas otras. Calificativo justo? Bueno, eso creo que no debes decidirlo tú, no? Creo que te pasas de moralista y de "dictadora" del lenguaje. En mi opinión creo que deberías analizar las cosas desde fuera de vez en cuando. Sobre todo relájate. Te va a venir bien para tu vida seguro.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Anónimo indocumentao, claro que sabes de qué hablamos. De hecho, estás de acuerdo conmigo, no?

La ninfomanía existe, es una enfermedad, y no es la etiqueta a la práctica de sexo natural por parte de una mujer liberada.

La peli habla de una mujer que disfrutaba del sexo y se lo hacía casi con cualquiera... y le han puesto el título, intuyo, más por razones comerciales que por otra cosa. Si hubiesen creido que "Diario de una puta de lujo" iba a vender más, lo hubieran puesto...

Por tanto, a Lola se le había ido la pinza de nuevo con esta entrada...
Cualquier día nos dice que es una infiltrada de las FAES
:)

Besos para Lola y el/la otr@ anónim@...

L. dijo...

Buenas noches

De nuevo me sorprende la enorme cantidad de reacciones que mis artículos provocan.

Contestando, más o menos por orden:

Anónimo 1: Radical es lo último que opino que seas; más bien creo que tus opiniones son de lo más habituales y estoy muy acostumbrada a escucharlas (no sólo en este blog).

Anónimo 2: Siempre que escribo una entrada en mi blog estoy pero que muy relajada, así que calma para vosotr@s también.

Anónimo 1 (de nuevo): no, no soy una infiltrada de la FAES.

Finalmente: Aunque los comentarios y opiniones siempre van a ser bienvenidos en este blog no voy a tolerar insultos ni faltas de respeto de ningún tipo; eso incluye referencias a mi sexualidad que, como resulta obvio (aunque algunos parezcan olvidarlo) es algo que, por fortuna, sólo me concierne a mí. De modo que, de ahora en adelante, nadie deberá sorprenderse ante comentarios eliminados.

Saludos

Anónimo dijo...

Y llegó la censura al blog.

Bueno, Lola. En realidad, hay muchas dudas sobre si te sorprende que haya muchos comentarios o te regodeas en ello, como cualquiera que disfruta de ver cómo sus palabras crean polémica.
Quizá te crees muy progresista ante las críticas generalizadas... pero has de recordar que no hace tanto las decisiones conservadoras en este pais llevaron a una oposición de más de un 90% y una manifestación masiva.

Por tanto, no sólo las decisiones progresistas generan controversia; todas las extremistas la generan y también las claramente erróneas.

Eso de que mis opiniones son habituales lo dices tú; yo creo que, por desgracia, son más habítuales las tuyas. Las mías no lo son porque sobretodo hay tres grandes sectores en la sociedad:

1) Aquellos a los que se la pela el estado de la sociedad en general y de la mujer en particular (la cultura genera también mucha ignorancia...)

2) Los que viven cómodos con el estado actual (porque les beneficia).

3) Las mujeres que "se revuelven" (SIC) y luchan dando palos de ciego y muchos gritos que las hacen a ojos del resto ridículas. Estas, por desgracia, llegan a ocupar incluso altos cargos (así nos va)...y por supuesto, carguchos de defensa de la mujer.

Por fortuna, aún hay gente crítica que opina que la sociedad debe cambiar, pero ni todo ha de cambiar, ni de cualquier modo. Lo primero que hay que hacer es estudiar con perspectiva lo que hay, a qué se debe, y cómo mejorarlo.
Ninguna de las tres cosas las hace bien el colectivo 3.

Por cierto. Sí tú no eres como yo, y no perteneces a 1) ni 2), no hará falta que explicite a qué grupo perteneces...

Ahora, me voy a permitir hacer lo que sueles hacer tú, dar consejo:

Lola, relájate; lee más filosofía despacito y fijándote en los argumentos. Deja un poco (solo un poco) de lado los escritos de mujeres, que por desgracia hay muchos muy malos (hoy, las asociaciones feministas se dedican a dar voz indiscriminadamente a cualquier mujer para tratar de restañar cualquier agravio pasado).

A lo mejor con más lectura atenta, consigues formarte un poco más y con un poco de suerte, puedes llamarte de verdad "filósofa", como te autodenominabas hace días (para hacer eso hay que tenerlos muy grandes... que no es lo mismo licenciad@ o doctor/a en filosofía que filósof@.)

Un saludo.

Anónimo dijo...

Por cierto, se me olvidaba.

Dado que me he llegado a convencer de que te sientes una defensora del feminismo, que lucha contra las mentes aún retrógadas y machistas...
y que las entradas en este blog en lugar de ayudarte no hacen otra cosa que subir tu ego, ya te voy diciendo desde aquí que


DEJO DE ALIMENTAR CON MIS COMENTARIOS A ESTE NIÑO TONTO QUE ES TU BLOG


Que el pobre nada genera, ni nada promete. No se puede decir que no lo intenté.

Ale, que te vaya bien y saques dinero de engañar a la gente con tus milongas.

Anónimo dijo...

Sinceramente, estoy entre alucinada y decepcionada por los comentarios referidos al artículo escrito por Lola sobre el Cartel de la película Diario de una ninfómana.

Personalmente no tengo otro objetivo con mi comentario que, felicitarte, Lola, por esta reflexión acerca de la polémica del cartel, quizá anecdótica, pero un buen ejemplo de cómo actúa sutilmente el patriarcado en nuestro entorno concreto.

Los comentarios, hechos a tu reflexión creo que muestran igual de claramente como en vez de pararnos a analizar el trasfondo, en el que operan las relaciones de opresión, nos enzarzamos en disputas sobre la censura, la tendencia progresista o conservadora de la escritora u otros de más bajo nivel, que para que gastar tiempo y esfuerzo en comentar.

Una vez más, reflexionar sobre la opresión de las mujeres nos lleva a una critica vacia hacia el feminismo. Yo no puedo dear de preguntarme ¿por qué?

¿Fantasmas?, lo cierto, Lola, es que opino que lejos de ver fantasmas tienes la cualidad de ver y analizar lo que para la mayoría, me incluyo, pasa inadvertido, y que no es sino un engranaje más de la máquina social, en la que somos, construimos nuestro discurso, deserrollamos nuestras vidas....

Son muchos los hechos palpables por los que afirmamos que "aún hay mucho por hacer" pero son más las representaciones simbólicas que perpetún el statu quo.

Gracias por abrirnos los ojos y hacernos reflesionar, esta es la única manera de cambiar el mundo!!!

Anónimo dijo...

reflesiona, reflesiona...

Anónimo dijo...

Hola Lola
lo primero felicitarte por tu blog, una vez más, del que soy lectora habitual. De tu valor y decirte adelante con ello. Dagnos a parte, compagnera, que van en el lote de no mantenernos calladitas, como algunas personas querrían.

Sobre la película en cuestión, he agrdecido mucho leerte, porque como dijo Betty Friedam "el mal que no tiene nombre" no es tan fácil de situar. Ejemüplo claro es el hombre que, afortunadamente, ha dejado de escribir en tu blog. (para lamento de la pobre proxima compagnera cuyo blog este indivio empezará a atacar para continuar sus desahogos, en absoluto tan lógicos como los vende, por muy bien que le suene cuando se relee a sí mismo...)

Y una pregunta, basada en una simple comparacion, para todas y todos los que nos apetezca escarbar:
CUANTAS PELICULAS CONOCEIS QUE HABLEN DE NINFÓMANOS Y DE PROSTITUTOS, evidentemente identificados y vendidos marketinianamente como tal??
y ahora comparemos el numero resultante con el de peliculas que centran su morbo en supuestas ninfómanas y prostitutas.

...
regalamos la respuesta al fin de ver como ni Lola ni yo, y muchas otras compagneras mas, vemos "fantasmas".

Más que perder el tiempo en ver fantasmas, mi tiempo lo pierdo teniendo que esquivar comentarios corrientes y molientes cada día.

L. dijo...

Hola Clara y AnónimaMuchísimas gracias por vuestros comentarios, el daño siempre es menor cuando se está en compañía.Seguiremos leyéndonos y comentándonos.Un abrazo!

CGP dijo...

Bueno, creo que poco comentario se puede añadir a toda esta sarta de palabras que esta eminencia ha dejado por aquí. Sólo añadir, quizá, que te dejes de leer a mujeres, que nosotras no sabemos lo que queremos ni tampoco sabemos hacer la o con un canuto, como ellos sí, y leas a mogollón de hombres que escriben porque es más fácil que te publiquen si eres hombre que mujer (como ha venido siendo por los siglos de los siglos). En mi entorno, lleeeeno de fantasmas, qué curioso, y fuera de él no me cansaré jamás de repetir que estamos avanzando (menos mal, pese a quien le pese) pero lo que nos queda aún es tan sutil que puede que nos acusen de ver fantasmas. Mientras sigan vigentes esos pequeños detalles(valores) en nuestra sociedad ya menos patriarcal, las mujeres seguiremos reclamando nuestro lugar. Lo irónico del asunto es que muchas lo pagan con su vida. Un precio muy alto, no?
Para mí el hecho en sí no es ni la palabra ni el cartel, es la censura. En el momento en que se "censura" este tipo de expresiones culturales, me asalta la duda ¿el comienzo de qué? ¿cuál será la siguiente censura? Que es marketing gratuito de la peli, ¿y qué? Para mí poner de relieve que ese mecanismo que recorta libertad de expresión sigue funcionando. Polémica servida para motivar este tipo de reflexiones que, Lola, has propuesto, igual que la polémica por el término "miembra". Independientemente de que exista o no, de que se use indebidamente o no, para mí la polémica sirvió para poner de relieve como el simple hecho de usar, reclamar el uso del femenino puso en pie de guerra a mucha gente, cuando,curiosamente, existen palabras, expresiones y asuntos varios que le dan 80 patadas a la gramática española pero nadie se echa al cuello de nadie por esos asuntos gramaticales (incluso por la invención de otro tipo de palabras). Pero ahhh, cuando hablamos de crear o aplicar género, y curiosamente cuando hablamos de hacer referencia a las mujeres, por favor, que se detenga el mundo que se nos caen los valores patriarcales que marcan las pautas.
Un gusto leer a Clara también por la evidencia expuesta.
Bueno, Lola, espero que te sirva de apoyo. Te acabo de descubrir y te voy a seguir.
Un saludo

MundoA (mi particular lucha por limar las sutilezas)

L. dijo...

Hola MundoA!

Muchas gracias por tu comentario, siempre me hacen mucha ilusión. Lamentablemente, como ves, hay gente que cree que eso le da permiso para insultar o faltar al respeto; para mí la blogosfera es una posibilidad de comunicar y de crear, y gracias a comentarios como el tuyo veo que (le pese a quien le pese) es posible y positivo.

Muchas gracias por recordármelo!

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