Ha comenzado 2018. Aunque no me gusta demasiado escribir sobre estas cosas, este año tengo (más o menos) dos propósitos:
1- Soltar; no hacer tanto.
2- Vaguear; descansar más sin que esto me genere culpa.
También he decidido continuar con Nils Holgerssons wunderbare Reise, la versión alemana de El maravilloso viaje de Nils Holgersson, de Selma Lagerlöf, un clásico de la literatura infantil sueca que los Reyes me trajeron hace algunos años, cuando yo andaba estudiando alemán (en Suecia se ha utilizado durante décadas para enseñar geografía en las escuelas). No me entero de muchas cosas, pero de niña vi la serie de dibujos completa, y eso ayuda:
Buen viaje...
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