lunes, 30 de abril de 2018

Me voy a La Bonne...



Me hace muchísima ilusión contar que el próximo mes de junio estaré en La Bonne de Barcelona, impartiendo Auto(video)biografíes, un taller de escritura autoficcional y performativa. 15 horas de creatividad, libretas y bolis en mano.
Será en el maravilloso Centre de Cultura de Dones Francesca Bonnemaison, del 18 al 22 de junio (sí, justo antes de San Juan...), de seis a nueve de la tarde.
Lo vamos a gozar bien... 

Comparto la info sobre el taller:

La escritura performativa es aquella que parte del hecho de que las palabras tienen la capacidad de crear y transformar la realidad. Este taller de escritura está centrado en el trabajo creativo y performativo a partir de materiales autobiográficos, con el fin de promover la autoestima en clave feminista. El objetivo del curso es entrenarse en el análisis y experimentación práctica de técnicas propias de la escritura creativa (tanto narrativa como audiovisual), aplicadas a nuestros propios materiales de vida. Analizaremos sus posibilidades de exploración, los ilustraremos con textos teóricos y de ficción, y realizaremos ejercicios prácticos de entrenamiento en escritura narrativa y fílmica. A través del medio de la escritura autoficcional cubriremos el objetivo final: promover la autoestima de lxs participantes.

Y sobre mí (por primera vez) en catalán, que em fa molta il.lusió:

Lola Fernández de Sevilla (Madrid, 1982) és dramaturga per la RESAD i també doctora en Filosofia per la UCM. S’ha format amb dramaturgs com Itziar Pascual, Martin Crimp i José Sanchis Sinisterra. El seu conte Cosas que hace Lucía va ser premiat i publicat al 2012 per LesFilanderes de Langreo. Ha escrit la novel·la Las mujeres fuertes, i varis textos dramàtics que han estat estrenats a diferents espais de Madrid: El otro lado (Microteatro por dinero, 2012), Negra es la noche que llega (La Usina, 2013; gira posterior per Brasil i Uruguai amb Acción Cultural Española) i La casa. Una casa (Nave 73 i La Gatomaquia, 2015-16). L’any 2013 estrena a l’Atelierhof Kreuzberg de Berlin el seu monòleg Leonor must die, i al 2016 dirigeix i estrena Ballerina, una obra de teatre gestual dirigida a nenes i nens que realitza la temporada completa a l’Off de La Latina. Els seus textos teatrals Sangre carbón i Ayssa y el árbol han sigut publicats per Eirene Editorial al 2013. Les seves obres La tormenta i /Desayuno/ han sigut publicades per Fundamentos. L’any 2017 participa amb dos contes al volum col·lectivo El señor de las especias y otros relatos (Eirene Editorial). L’any 2014 va ser becada pel Centro Dramático Nacional per a participar a l’Obrador Internacional de la Sala Beckett de Barcelona. Al 2018 guanya el VIII Premi Juan Cervera d’Investigació sobre Teatre per a la Infància i la Joventut d’ASSITEJ-España. Ha col·laborat amb la revista Acotaciones, amb Primer Acto i també amb Pikara Magazine. És codirectora del Diploma universitari “Cuerpo y Narratividad: Escritura Performativa y Perspectiva de Género” (Universitat Complutense de Madrid) i coordinadora d’Helvéticas Escuela de Escritura. Des de 2008 escriu al blog lamujerque.blogspot.com


domingo, 29 de abril de 2018

Jardín Botánico







Los domingos son días para la búsqueda de tulipanes bajo sol y lluvia:
mi primera visita al Botánico, un bello descubrimiento muy cerca de casa...

sábado, 28 de abril de 2018

Sempé's Dancers










Varias portadas de Sempé para The New Yorker.
Más allá del miedo, más allá del sistema... Zapatillas de ballet.
Los sábados son días de recuperación.

sábado, 21 de abril de 2018

miércoles, 18 de abril de 2018

La Noche de los Libros: La vida en rojo


“En algún lugar, alguien –mucha gente, me atrevería a decir– está tomando nota de todo lo que ocurre a partir de su propia experiencia. O quizá lo recuerden y lo anoten más adelante, si pueden. ¿Quedarán ocultos y reprimidos sus mensajes? ¿Aparecerán, siglos después, en una casa vieja, al otro lado de un muro? Mantengamos la esperanza de que no lleguemos a eso. Yo confío en que no ocurra”

(Margaret Atwood, Prólogo a El cuento de la criada.
Imagen de lacasadeel.net)


El viernes participo en un coloquio sobre maternidad, feminismo y escritura autoficcional, a partir de El cuento de la criada, una novela de Margaret Atwood que me ha provocado pesadillas durante meses.
Junto a Mariam Martínez Bascuñán, Silvia Nanclares y Rosa Pérez Gisbert.
Creo que lo vamos a pasar bien y a dar buena caña.
A las 19:30 en Sin Tarima Libros (Magdalena, 32), en Madrid.
Más info, aquí.

lunes, 16 de abril de 2018

domingo, 15 de abril de 2018

¿Dónde está Morla?



... Disfrutando del mito de Gertrudis, la madre de Hamlet, de la mano de José Cruz
en el jardincillo de Espacio Guindalera.

sábado, 14 de abril de 2018

Mi primera visita al osteópata y otras historias



Así como la niebla no deja huella
en la colina verde oscuro,
mi cuerpo no deja huella
en el tuyo, y nunca lo hará.


Leonard Cohen, El juego favorito

martes, 10 de abril de 2018

Fullaneando

 


Hoy ha sido un día algo raro: me duele la espalda y no he dormido bien.
Por eso me atrevo a colgar todas estas imágenes de la última campaña de Fullana, un proyecto de autocreación textil del que tenía muchas ganas de hablar aquí. Fullana es ropa y son complementos; pero también mucho más. Es una filosofía en torno a la productividad y el reciclaje de los materiales. Es viaje, movimiento y vida. Creatividad y reinvención. Son colores y texturas. Y es autogestión.
Fullana es, realmente, un auténtico personaje; como lo fui yo, durante esta sesión de fotos...
Atención al gif de instrucciones para colocarse estos nuevos auto-turbantes, y también al resto de su web:


y a su instagram, donde podéis seguir todas sus peripecias... 
Porque Fullana es, sobre todo, aventura.

domingo, 8 de abril de 2018

Me entrevistaron en Radio Euskadi



Hace unas semanas me entrevistaron en Radio Euskadi, en un programa sobre teatro llamado El último apuntador. Hablé sobre teatro para niñas y niños; sobre la necesidad de hablar en él de temas terribles. Estoy en proceso de habituarme a escuchar mi propia voz, y ya casi hasta lo disfruto... Mil gracias a Mertxe Guillén por el interés y el cuidado.

Termina este fin de semana de gran belleza: Sorrentino (al fin) y hoy, Historia de una semilla, de La Maquiné (muy, muy recomendable):




Mañana vuelve la lluvia, y con ella los paraguas...

viernes, 6 de abril de 2018

Velvet Teddy



Osito de terciopelo, el (nombre de) color más bonito del mundo...

jueves, 5 de abril de 2018

Jerbos en el jardín (Y otros personajes)

Comencé a investigar sobre los jerbos del jardín. F. no entendía mi interés. Si nos hemos venido a vivir a las afueras de Montreal y por alguna razón no consigo sentarme a escribir, considero que los jerbos al menos tienen todo el derecho a acaparar mi atención.
Todo empezó al día siguiente de la mudanza. Era martes. La noche anterior yo había entrado llorando en casa: puro cansancio. Todo el espacio de la entrada estaba formado por cajas que había que vaciar. En lugar de hacerlo F. puso jazz (no sé nada de jazz), abrió una botella de vino alemán (el vino alemán de M.) y preparó dos tortillas de atún. Cenamos obviando la presencia de las cajas en la entrada de casa, y brindamos por nuestra casita (nuestro apartamento con jardín) a las afueras. Después hicimos el amor con algo de dejadez (por el cansancio). No dormí bien, pero dormí.
A la mañana siguiente me levanté antes que F. Me apetecía recorrer la casa en pijama, sin tener que hablar con nadie. Teníamos suelo de madera. Eran más de las 10 de la mañana y teníamos suelo de madera. Me deslicé sigilosamente hasta la cocina, donde continuaban los platos de la cena. Desde allí contemplé el mar de cajas: para alguien tan obsesiva como yo, suponían un montón de oportunidades. Pero no terminé de decidirme: ni por las cajas ni por los platos. En el salón había un sofá gris antracita que F. y yo habíamos comprado la semana anterior. Aún no había cortinas y eso hacía que la sala tuviera cierto aire de desnudez. Me senté en el sofá y miré a mi alrededor. Me pregunté cómo empezar a habitar mi nueva vida. Veía un trozo de seto del jardín: me pregunté si tendríamos que acabar contratando un jardinero. Nunca había tenido jardín. Ya había salido el sol y yo tenía hambre.
Al final volví a la habitación. F. dormía con la boca abierta y una pierna fuera del edredón. El último mes había sido duro. La búsqueda inmobiliaria había estado a punto de desquiciarme del todo. Mirando a F. dormir sentí muchas ganas de barrer. Pero no lo hice. Me deslicé hasta la ventana. La noche anterior nos habíamos dejado la persiana arriba. Me asomé y volví a ver el seto. Al otro lado había una casa igual que la nuestra, pero no se veía a nadie. Entonces me pareció que una especie de culebra se arrastraba, muy deprisa, por el césped. Al principio me asusté.
Me quedé muy quieta y localicé de nuevo la supuesta culebra, sobresaliendo de la parte baja del seto. Estaba muy quieta, muy quieta, pero de pronto se movió un poco. Parecía peluda. Hice un esfuerzo y guiñé un poco los ojos. No era una culebra, sino una cola, muy, muy larga. Escuché muy lejos, como en segundo plano, que F. se desperezaba. Era un ratón, una especie de... La cola giró y después desapareció del todo; en su lugar apareció una especie de roedor, tirando a grande y con las patas traseras muy largas. Daba pequeños saltos. F. me preguntó que qué hacía. Fui medio consciente de mi cara de alucine delante de nuestra nueva ventana. El roedor dio un salto largo, casi hasta el otro extremo del seto. Pegué un respingo. Cariño... dijo F. Y el animalillo se irguió sobre sus patas traseras.
-Hay un jerbo bajo nuestro seto -dije.
El jerbo se mantuvo inmóvil, aguantándome la mirada. Después hizo una leve inclinación de cabeza: un pequeño gesto de reconocimiento.
-¿Café o té? -preguntó F.
Un pequeño gesto de complicidad.


(17/05/2015)


*

Hace casi tres años de este texto; fue lo primero que escribí en la que ahora sigue siendo mi casa, mi primera casa. Ahora reconozco que la idea no era mala, y veo el correlato, algo complaciente y por lo tanto torpe. Veo el miedo. La osadía. Y la llegada, de nuevo y por fin, a la escritura.

Y estos son mis últimos personajes (de esta misma mañana): aprendiendo sobre canon y proporciones...


Ahora, que estoy tan cansada, me doy cuenta de la necesidad de dar espacio a todo eso: lo que duele.
Y sigo leyendo.

lunes, 2 de abril de 2018

Dit Winnie



Quel jour on est? dit Winnie
On est aujourd'hui, dit Porcelet
C'est mon jour préféré, dit Winnie


(A.A. Milne, Winnie L'Ourson)

Página vista en total