miércoles, 31 de mayo de 2023

adiós mayo



... esta tarde, final del taller de filosofía;)


Imagen de petit gramme

lunes, 22 de mayo de 2023

maig



Nada en el bosque es fascinante. Fascinantes son los jardines, y las cavernas excavadas por el hombre, y hay una serenidad en ciertas escenas de la ganadería y la agricultura que resulta fascinante: ordenadas líneas de vegetación, o rebaños apacibles, o la paja tras la siega, atada en fardos contiguos.

Y nada en el bosque es bonito. No es bonito el zorro, ni lo son sus cachorros. Los veo subir y bajar corriendo por las dunas. Uno lleva un ala de gaviota manchada de tierra: los otros la agarran y tiran de ella. Entran y salen de las hierbas rubias, chasqueando sus dientecillos. No son adorables, ni fascinantes, ni bonitos.

El búho no es bonito. La falsa coral no es bonita, ni la araña en su red, ni la lubina rayada. Tampoco es bonita la mofeta, y no se llama "Flor". Tampoco hay un conejo en el bosque, bonito, que responda al nombre de "Tambor".

Los juguetes son bonitos, pero los animales no son juguetes. Y tampoco los árboles, los ríos, los océanos, los pantanos, los Alpes, el sinsonte que canta toda la noche entre el enramado de los espinos, las tortugas mordedoras o las setas de carne púrpura.

Tales adjetivos –"bonito", "fascinante", "adorable"– yerran el tiro, pues lo que así se percibe se ve despojado de dignidad, de autoridad. Si algo es bonito, es recreativo y sustituible. Las palabras nos guían y nosotros las seguimos: si algo es bonito, es diminuto, es inofensivo, es apresable, es domesticable, es nuestro. Craso error. A nuestros pies están los helechos: se alzaron salvajes y resueltos cuando la raza humana no existía y era del todo improbable que llegase a existir, en los aterradores márgenes de los primeros océanos innombrados e innombrables. Nos parecen bellos, delicados y fascinantes, y los trasladamos a nuestros jardines.

Logramos así ponernos en el lugar del amo y señor: si la naturaleza está plagada de cientos de miles de cosas adorables y fascinantes, diminutas e inofensivas, ¿quién ostenta la posición de poder? ¡Nosotros! Nosotros somos los padres, y los gobernadores. Esta concepción propicia una visión del mundo como parque infantil y laboratorio, una visión a todas luces muy pobre. E hipócrita, pues lo muestra a un tiempo inofensivo y responsable. Sin ser ninguna de ambas cosas.

Imposibilita así la otra visión de la naturaleza, la de un reino sagrado y complejo, a la vez que indomable, del que no somos más que una parte aislada. La naturaleza, la totalidad de todos nosotros, es el timón que gobierna nuestro mundo; quienes se dejan llevar de buen grado aún pueden llegar a atisbar cierta serenidad deslumbrante, de carácter incluso espiritual, mientras que los que no están dispuestos a dejarse guiar, los que perseveran en que el mundo debe ser dirigido por el hombre para su propio beneficio, se arrastrarán en círculos, acumulando polvo, pero no regocijo.

Humanos o tigres, tigres o lirios atigrados: ¡obsérvense sus diferencias y, aun así, lo mucho que se parecen! ¿Acaso todos nosotros, un puñado de veranos, no nos detenemos aquí, miramos hacia el mar y, con la mucha o poca destreza física e intelectual que logremos reunir, mejoramos nuestro estado... y luego, silenciosamente, nos dejamos caer en la hierba, nube verde de la muerte? ¿Qué puede ser bonito o fascinante cuando se yergue, cuando desfallece? La vida es el Niágara, o no es nada. Yo no sería soberana ni de una sola brizna de hierba, mientras pueda ser su hermana. Acerco mi rostro al lirio, que se alza por encima de la hierba, y lo saludo desde el tallo de mi corazón. Vivimos, y de esto estoy segura, en el mismo territorio, en el mismo hogar, y nuestra luz proviene del mismo farol. Todos somos salvajes, audaces, asombrosos. Y ni uno solo de nosotros es bonito.


La escritura indómita (Mary Oliver, 1991).
Imagen del calendario de 2023 de @mugrons_art



... Todas somos salvajes, audaces, asombrosas. Y ni una sola de nosotras es bonita.

lunes, 15 de mayo de 2023

gloria y los madriles



Gloria Fuertes es una giganta. Camina por su magnífica casa, se bebe un profundísimo whisky, sus pasos retumban contra los listones del largo pasillo. Se encierra en el inmenso estudio donde guarda el mundo, toma asiento en una silla colosal, abarca el mundo entero con sus kilómetros de brazos. Saca un trozo de papel del tamaño del desierto del Gobi. Y entonces pone una lupa sobre Madrid y anota:
 

En Madrid hay un reguero de migajas
que picotean hombres
y animales pequeños.

En Madrid hay un hilo de agua
un río asombrado.
¡Qué río tan enfermo!

En Madrid hay más muertos que vivos
pero se apilan detrás de las murallas
para que no les vean estar muertos.

En Madrid no hay silencio y un rumor
se agita en los portales
constante y compañero.

La llave de Madrid la tiene un gato
porque se la ha dado un extranjero
y a él se la dio un niño
y a él un viejo.

Una ciudad tan poco iluminada
que las madres de noche
en lugar de dar leche dan murciélagos.

Madrid está maltrecha
Madrid es un misterio.
Por la ventana he visto
a unas sardinas camino de un entierro.

Madrid tiene las manos cansadas
de tanto fregar
y el corazón seco de tan poco puerto.

Pasa un coche echando humo
un portero echando a un mendigo,
una puta echando besos.
(El Anciano Rey de los Vinos, mientras tanto,
echa una partida al dominó).

Madrid hueca como un queso
cripta de la soledad
fantasma cariñoso
sucedáneo de almendro.
Verbena de muchachas
remanso de perdidos
enjambre de palomas
y ya está.
Madrid no es más que eso.


Julia Viejo (Blackie Books, 2023). Imagen del 15 de mayo de 1969

jueves, 11 de mayo de 2023

la tristura



* Si te dijera amor mío...

martes, 9 de mayo de 2023

gorilas



Gorilla (Anthony Browne, 1983)

viernes, 5 de mayo de 2023

my pleasure



Peguerinos, mayo 2023

lunes, 1 de mayo de 2023

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