La cremerie Xavier&Marie, cerca de casa, se asocia con Le Tire Bouchon, la cava de vinos que hay dos locales más allá, y organizan 'soirées de queso y vino' donde las vecinas y los vecinos se dan cita para comer y beber en torno a mesas compartidas.
Por lo demás, estas son las vistas que se ven desde la terraza de casa. Y ayer regresé a la librairie Floury Frères, a por obras de teatro de Carole Thibaut y Marion Bonneau, y el álbum Tout le monde devrait rester tranquille près d'un petit ruisseau et écouter, de Lolita Séchan (la literatura y el teatro para la infancia son un fantástico método para aprender francés; el último título, este año, me representa).
La existencia (o persistencia) de las cremerías me trasmite esperanza en este mundo...
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