Las únicas cosas que entiendo

Costa Brava, mayo 2019

¿Y tú por qué escribes?

Cosas que me han alegrado estos últimos días:

La aplicación de fotos del móvil, que permite hacer cosas tan chulas como esta.

La redacción de varias propuestas de formación para los próximos meses.

La web de SusieSweetDress, llena de tentaciones estampadas.

La presentación de Wonder Ponder mini y el encuentro con Patricia Metola.

La exposición sobre Memoria de la escuela pública del Museo de Historia de Madrid.

Las fotos del instagram de Jenn Díaz.

Dibujar amapolas.

Mañana comienza la escapada catalana, y espero bañarme:) 

Imagen original de Quentin Blake para El gran gigante bonachón (Roald Dahl, 1982)

See you...!

(1923-2019)

Amapola

Saul

Desayuno en la hierba

El bienestar estatal de posguerra se configura entonces como el mecanismo necesario para, en la destrozada Europa, resucitar la economía, y en Estados Unidos, lanzarla al estrellato capitalista. Subsidios de desempleo, seguros de salud, pagas extras, vacaciones pagadas, medidas de fomento de la natalidad, industrias subvencionadas, abaratamiento de los otrora productos de lujo, extensión de las escuelas y universidades públicas. Dice la compañera que no está descubriendo la pólvora cuando habla de la reactivación keynesiana del consumo y el nacimiento del consumismo, y pregunta, esta vez abiertamente al resto y no retóricamente a sí misma, si nos interesa lo que está contando o si mejor volvemos a hablar del tejado de la casa de Mosén Torner, no sea que precisamente, y la compañera nos pide que le permitamos el chistecito porque según ella viene muy a cuento, no sea que precisamente estemos empezando la casa por el tejado al ponernos a hablar del puto Keynes cuando deberíamos estar preguntándonos quién puede conseguir una hormigonera.

Cristina Morales, Lectura fácil (2018)

Sigo malita.

Un día muy bonito

Con fuegos artificiales, y todo, por la noche.

Las primeras imágenes son de El juego del arte. Pedagogías, arte y diseño, una expo maravillosa en la Fundación Juan March (donde además hay un jardín increíble, con biblioteca incluida), llena de objetos con los que apetece jugar.

La última es de teamLab, una instalación inmersiva de la Fundación Telefónica en la que mariposas de colores te sobrevuelan las manos.

Hoy estoy acatarrada y no he dormido bien.

Pero mereció la pena.

Con Nieves Rodríguez Rodríguez💙

Balcón

Filósofa

Entre los años 2000 y 2005 estudié filosofía.

Entre 2005 y 2011 me doctoré en su rama política (y en feminismo).

Después volví a la escritura y ya no tuve vuelta atrás.

Pasé muchos años sin querer tocar un ensayo; pensaba en los cinco años de la licenciatura como un yermo de languidez y pérdida de tiempo. Y en mi incapacidad para dejar las cosas a medias como la única causa posible de que no escapara antes de aquel tedio.

De algún modo que todavía no acierto a explicar bien pero que sospecho lúdico, creativo e impuro, la filosofía ha vuelto, sin embargo, a mí. Primero con Ogros, espinacas y demás... Ahora con un proyecto escénico en ciernes del que aún no puedo hablar mucho.

Los caminos resultan extraños y sorprendentes; y, a pesar de lo que siempre nos contaron, no son estancos.

Pensar no es una actividad que hagamos solo con la mente.

El teatro no es algo que creemos solo con el cuerpo.

Las cosas son y no son; al mismo tiempo.

Quizá por eso escribo.

Y hoy, revisando los maravillosos materiales de Wonder Ponder, un proyecto de filosofía visual para niñas y niños, digo algo: 

después de todo, creo que 

HAY UNA FILÓSOFA EN MÍ

(El proyecto presenta, por cierto, su nueva serie de filosofía visual para bebés el martes 21 de mayo)

Chup-Chup-Chup

Aunque el título de la foto, en google, diga 'biberones-toxicos-01'

yo sé que no:

que son los mismos que dibujaba Roser Capdevila

dentro de la nevera de las tres mellizas.

Un correo electrónico de mi gestora.

Un poquito de cariño.

Un poquito de dignidad.

Hostia.

(1983)

Seguir jugando

Una niña se fue de viaje.

A la hora de dormir

echó de menos

a su oso de peluche.

Y por eso

sucedieron los teléfonos:

para que pudiera llamarlo

y darle las buenas noches.

Mar Benegas y Rocío Araya, Las niñas o cómo suceden las cosas (2017)

Shhh ...

*Para Uma

Tengo pies grandes para no volcarme

Aunque sí lloro.

Acaba de terminar el último Salvados de Jordi Évole: una joyita.

Colocar la cámara y escuchar. La vida. Sus historias.

Como hoy.

Los sábados son días para menstruar

Imagen de Heinrich Hoffmann, Der Struwwelpeter (1845)

A veces por las noches, antes de dormir, todavía me acuerdo de ella y lloro