Ni vivir para trabajar, ni trabajar para vivir. Vivir, trabajar, y además hacer otras cosas como observar, desde la oscuridad del coche que atraviesa Castilla, cómo un eclipse convierte la luna en un globito naranja amarrado a una cuerda, amarrado al capó, amarrado a...
Hervir judías verdes. Beber Aquarius. Comprar sushi. De postre, natillas de chocolate.
40 largos en la piscina y 15 minutos de sauna.
Sol y manguera de riego.
Llevar el móvil a arreglar (otra vez); aprovechar los viajes en metro (Hegel a la ida; Kierkegaard a la vuelta).
Encargar la segunda copa menstrual; hacer el seguimiento de su viaje, desde Mataró (desde Alemania), a través de la web de Correos.
Escribir. Escribir.
Netflix, Filmin.
Escribir.
Escribir.
Tomar cinc una vez al día.
Limpiar el microondas.
Comprar cinta adhesiva para el tubo del aspirador.
Programar Moodle; ponerlo bonito.
Leer 43 textos teatrales.
Llamar al administrador y pedirle que arregle el telefonillo.
Hacer gazpacho. Hacer limonada.
Llevar el coche al taller
NOTA: No olvidar desamarrar antes el globito, y prenderlo a la pata de la cama.
Hacer gazpacho. Hacer limonada.
Llevar el coche al taller
NOTA: No olvidar desamarrar antes el globito, y prenderlo a la pata de la cama.
(Necesito agosto. Ya.)
1 comentario:
Definitivamente la vida es hermosa, y tu diras a que viene este comentario, eres una mujer activa, que siempre esta haciendo algo y eso es una bendición, el luchar por tus sueños, cumplir objetivos, eso es lo que hace vida a la vida. En uno de mis Viajes a Tailandia vivi una experiencia de esas que te llenan el alma y te hacen pensar, la vida es para vivirla y hacer lo que nos apasiona
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