Ellas guardan nubes de piedra, crêpes de Nutella, lluvia y una estrella;
cristal de colores, pasteles de merengue, lanas, cintas, patés en crudo, árboles de Navidad y hasta estaciones de tren.
Detrás de algunas te encuentras, incluso, tú misma; cámara en mano, ávida siempre por saber...
Una ventana es siempre una promesa; la posibilidad de un mundo y de una historia.
Mi deseo y mi obsesión.
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