lunes, 31 de octubre de 2016

Quiero ser fiel al placer



¿Sabéis cómo es esa sensación de no poder dejar de crear, de que las palabras y las imágenes fluyen sin detenerse de unas a otros, y cuando vuelven a ti lo hacen diferentes, cambiadas, mejores? Hemos subido y bajado escaleras sin zapatos, hemos desayunado uvas, nos hemos disfrazado de Frida Kahlo para el pasacalles reivindicativo que pateó el centro de Cádiz reclamando la paz en Colombia (Todas somos Frida). Hemos trasnochado mucho. Incluso tratamos de bailar salsa (sin demasiado éxito, también es verdad…). Vimos bastante teatro, buen teatro (ojo a los montajes Del manantial del corazón, de las mexicanas Saas Tun, y Made in Salvador, de Teatro del Azoro, que por cierto viene a Madrid este próximo mes…). Nos mojamos mucho bajo la lluvia. Perseguimos autobuses para poder volver al hotel. Perdimos las tarjetas de las habitaciones, o las estropeamos, de manera esforzada y continua. Nos destrozamos los ojos a base de horas y horas de lentillas. Transformamos el espacio, y el tiempo. Rebuscamos y hurgamos en nuestra cultura del dolor (ya que descubrimos que el sufrimiento es nuestra salsa; la salsa, al menos, de nuestra cultura) y le sonreímos al trabajo con mimo, con cuidado. Al placer en lo micro, en el día a día a pesar de todo… y de todos. Acariciamos a nuestro monstruo (ese que chilla, y gruñe, si no le damos de comer), e invitamos a las otras a hacer lo mismo. Nos detuvimos y respiramos, y en el ínterin nos dedicamos una caricia suave, gustosa. Quizá el mundo no haya dado un gran paso; nosotras y nosotros, quienes allí estuvimos, sí. *

Gracias, Marta Pazos, de Voadora. Gracias, Laura R. Pacas y Cristina Canudas, de Teatro del Dónde. Gracias Piermario Salerno. Gracias, Juanjo Poyg. Gracias, Mariana, Jana, Inma, María Rosa, May, Romina...


* Artículo completo en Volver de Cádiz y contarlo

martes, 25 de octubre de 2016

Las bibliotecas me hacen muy feliz...



"Una luciérnaga es una isla perdida en la noche más densa. Cien luciérnagas, una constelación misteriosa que marca el rumbo hacia otros universos. Así, con esa estrategia de luz, se organizan los libros que moran en las bibliotecas. Son caricias fosforescentes que incendian los sueños y recomponen los corazones grises hasta hacerlos recobrar su color rojo brillante. Cualquier individuo que padezca el síndrome del corazón gris, debería ponerse en manos de un experto y visitar una biblioteca.

Para escribir un libro, además de hacer malabarismos con las palabras hay que ser una desvergonzada o un loco. Un atrevido, una excéntrica descontrolada. Llevar un calcetín de lunares, otro de rayas y los pelos de punta. Una cresta como las que lucen las cacatúas sería un peinado muy interesante para un escritor. Solo las mentes más disparatadas son aptas para escribir libros. Pero para custodiarlas no es suficiente con tener un desajuste en los cables cerebrales. Es indispensable ser de fuera. Un extraterrestre. Las bibliotecas albergan seres con antenas giratorias, cerebros millométricos que memorizan títulos rebuscados, rimbombantes, campanudos. Las personas que custodian libros siempre me han parecido criaturas singulares. Están dotadas de extremidades retráctiles que estiran y estiran hasta alcanzar aquel volumen al que parecía imposible acceder. A continuación, como si nada, se recomponen y todo vuelve a su posición natural. Parecen seres humanos, pero a poco que les observes percibirás que no son de aquí. Una de las cosas que más me fascina de los bibliotecarios es su cerebro. ¡Me parecen tan listos! Los libros fabrican pensamientos. Pasar tantas horas dentro de una factoría de ideas es bueno para tener un corazón rojo y brillante y una cabeza repleta de planes fantásticos.

Alguien me ha contado que el 24 de octubre es el Día de la Biblioteca. Sería genial organizar una fiesta con confeti y pompas de jabón. Celebrarla por todo lo alto. Me encantaría vestirme para tal ocasión como el personaje de algún libro, sentarme en la mesa de una biblioteca de la ciudad donde vivo y esperar a que fueran a visitarme. En las bibliotecas puedes ser quien tú quieras. Desde Mary Poppins hasta Matilda, Atreyu, Drácula o incluso Pippilotta Viktualia Rullgardina Krusmynta Efraimsdotter Långstrump. Puedes ponerte botas de pelo, plumas, zancos y sombreros. ¡Sombreros! ¡Eso es! Imagino a una pequeña lectora acercándose a mí discretamente, atraída por los colores y formas de mi sombrero:

—Sombrerera loca, ¡qué fiesta más maravillosa! ¿Sería tan amable de servirme una taza de té?

Yo se la serviría con mucho gusto, poniendo cara de mujer refinada, y luego ambas haríamos ruido al tragar. Sonaría algo parecido a glup glup glup. Y antes de que nos diese tiempo de romper a reír de forma desenfrenada, aparecería el bibliotecario, como surgido de la nada, que para eso poseen la facultad de materializarse delante de ti en el momento más inoportuno, y nos advertiría de que las bibliotecas no son merenderos. Hay que reconocer que son únicos custodiando tesoros. Extraterrestres con el corazón rojo y brillante. Qué cosa tan extraordinaria. ¡Feliz Día de la Biblioteca!"

Texto: Ledicia Costas / Ilustración: Elena Odriozola

lunes, 24 de octubre de 2016

Construyendo la casa. La escritura como (intento de) forma de vida



Recién llegada de Cádiz, y noqueada aún por todo lo vivido y trazado allí, nos preparamos esta tarde para contar(nos) en la RESAD.
Una charla acerca de lo que hacemos: escribir y enseñar a escribir. Y en el camino, tratar de vivir...
A las 15h, allí :)

jueves, 20 de octubre de 2016

Collage



Con este collage en el cuerpo, dentro de unas horas me voy a Cádiz, al XX Encuentro de Mujeres de Iberoamérica en las Artes Escénicas, a debatir acerca de la creatividad y el placer como motor de cambio. Me acompañarán Los incursores, de Mary Norton; y el terrible recuerdo de Birgit (además de los de Oscar y la gata de medianoche, y Un día, un perro, dos joyitas que descubrí en la sesión de ayer de ¡Fuego!, el grupo de lectura infantil coordinado por Ana Garralón, del que estoy formando parte).
Antes, aproximadamente a las 19:30, estaré leyendo y charlando con Eirene Editorial en Espacio Ronda (Ronda de Segovia 50), en torno a la relación entre mujeres y escritura...
Respirando y feliz.

martes, 18 de octubre de 2016

Esa peque-preciosa que habita en mis tripas



Feliz día de las escritoras... (ya ayer)

domingo, 16 de octubre de 2016

Con tus piedras construyo mi casa





(Y con tu miedo)

Políticas de la vulnerabilidad / Nosotras las cabras (manifiesto)



Nosotras las cabras, nosotras las locas:
Protestaremos;
Denunciaremos;
Desearemos;
Escribiremos; 
Dibujaremos;
Performaremos;
Y perforaremos;
Parlotearemos;
Cambiaremos;
Lloraremos;
Abandonaremos;
Resistiremos;
Y no pediremos disculpas.

martes, 11 de octubre de 2016

Dear Bryan Davies


(Mapa: Where is sex?)


"Adoro las historias, Bryan. Y pienso, no sé por qué, que trabajas haciendo números, o cálculos o prospecciones de algún tipo en la city londinense, aunque seguramente no vivirás allí sino en Richmond, un encantador barrio residencial a 9,6 millas viajando al suroeste dirección Heathrow, según Google Maps. Con tu mujer, rubia pelirroja, y dos hijos varones, blancos y pecosos. Ya ves que adoro las historias (...)"


Por fin hoy, 11 de octubre, encuentro las palabras... Gracias a Nonita K.

lunes, 10 de octubre de 2016

viernes, 7 de octubre de 2016

Habitar ballena



... día de regreso.

Semana: Cómo he llegado hasta aquí



El martes comencé las clases de Dibujo y Creatividad, con Kike de la Rubia, en el Museo ABC.
El miércoles, después de muchas dudas, las (mías) de Dramaturgia en La Manada.
Ayer jueves, reunión doble de Carrusel de Ogritos, otra media (en medio) de la AAT, más algunas horas de trabajo alimenticio.
Por la noche regresé a casa. Poleo. Post-its. Deberes. Tengo que hacer una factura. Sacar un boletín. Y los billetes para Cádiz. Rehacer un dossier. Mañana ir al teatro...
De momento, poleo; de momento, casa.

lunes, 3 de octubre de 2016

Suerte que seguíais aquí



en las profundidades del armario; para ayudarme a volver a casa precisamente hoy.

sábado, 1 de octubre de 2016

Algunas veces una no tiene más remedio



You are a Witch by saying aloud,
'I am a Witch'
three times,
and thinking about that.
You are a Witch by being female,
untamed, angry, joyous, and inmortal.


(W.I.T.C.H Manifesto)

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