Ha muerto Esther Tusquets.
Sé que estas imágenes no recogen lo fundamental de su escritura ni de su labor editora, pero sí mi última adquisición al respecto.
Tengo la sensación de que la propia Esther fue una conejita Marcela, con varios ojos mirando en direcciones prohibidas e irreconciliables.
En El País dicen que "tenía una prosa bellísima, sinuosa y envolvente, llena de meandros e incisos" y me viene a la cabeza su cuento Siempre el mar, entre la sal y la arena de la Costa Brava. Su costa brava, que era y es como su prosa: bellísima, sinuosa, envolvente, llena de meandros, de incisos, de saltos y acantilados y espumas marinas que empujan con la fuerza de la resaca de esas playas de arena gordísima que bajan en pendiente y en las que siempre es dificilísimo salir del agua.
Ha sido enterrada en Cadaqués.
Quizá se ha ido con esas últimas palabras de su cuento:
"Llévame muy adentro, no me devuelvas a la costa, que no den nunca conmigo,
arrástrame a las profundidades marinas
y permite que sirva de sustento a los grandes depredadores
y a los minúsculos pececillos".
4 comentarios:
Gracias por acercarnos con tu homenaje a esta escritora,Esther Tusquets, desconocida para mi, pero que ha despertado mi curiosidad gracias a ti. Un saludo.
Hola
Pues me alegro si lo he hecho.
Escribía de maravilla y al menos nos quedan sus obras, eso siempre queda.
Besos!
Gracias por compartirlo. Saludos.
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