Te diré que el secreto de las amapolas reside en: sus tallos tan largos y poco rígidos; su facilidad para doblarse, hasta el suelo, en un demi plié profundo y sentido; y finalmente su humildad, su pobreza, su honestidad física y mental.
Si no te mueves estás muerta. Si no te mueves estás muerta. Nunca nos lo enseñan así. Pero así es. Y la ciudad-secarral apesta. Los carteles de los conciertos de verano desconchándose sobre la pared de Atocha. Las porciones de pizza fría y blanca tras el cristal. Las madres que ocupan medio autobús con sus gritos. Y no hay espacio: sabes que no hay espacio para ti. Para ti, para las que son como tú, no hay espacio ni tiempo. Sobras. MERMA de este siglo. Sobras.
Bajé del autobús y recorrí los pocos metros de asfalto hasta la entrada al museo. Hasta la librería del museo. Mientras esperaba estuve contemplando los libros y cuentos para niños. Y se hizo claro. Que si tienes miedo no te mueves que si no te mueves estás muerta que si estás muerta... Se hizo claro: EL LADO BONITO (DE LA VIDA) / THE BEAUTIFUL SIDE (OF LIFE)*. En forma, esta vez, de libro de muñecas recortables, de esas que hacían mis delicias hace ya bastantes años (tengo una carpeta aún llena que desenterraré/fotografiaré/colgaré algún día). Autora: Emily Winfield Martin. Ilustradora, escritora, retrogirl.
Alterego. Aquí su web personal, su blog artístico y su blog vintage.
Ay, dios. Sí. Otra amapola. In the beautiful side of life. Obviously.
Mañana me voy al norte. Y ahora voy a ver otro capítulo de Girls (más alteregos, sí: los necesito).
* El lado bonito de la vida nació como reacción intuitiva y violenta ante ese otro mundo, ese otro mundo del que no formo ni quiero formar parte ("Si quieres dedicarte a las ventas, dedícate a las ventas"). Sí: some girls wander (and wonder) by mistake.
(Todas las imágenes de esta entrada pertenecen a Emily Winfield Martin)
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