No tengo hijos. Tú eres lo más parecido a un hijo que yo tendré -y por eso quiero darte algo. Algo que de verdad me importa.
Hay algo cuando conduces -cuando estás al mando del coche, solo tú y la machina y la carretera- que nadie puede quitarte. Un poder. Me siento más yo mismo en mi coche que en ningún otro lugar. Y eso es lo que quiero darte.
Hay un montón de gilipollas ahí fuera. Locos, idiotas arrogantes, borrachos, niñatos estresados, viejos que están ciegos -y tú tienes que estar preparada para todos ellos. Quiero enseñarte a conducir como un hombre.
LI'L BIT. ¿Qué significa eso?
PECK. A los hombres se les enseña a conducir con confianza -con violencia. La carretera les pertenece. Conducen a la defensiva -siempre vigilando a los otros. Las mujeres tienden a ser educadas -a dudar. Y eso puede ser fatal.
Tú vas a aprender a adivinar lo que el otro va a hacer antes de que lo haga. Si hay un accidente y diez coches se amontonan unos encima de otros, y hay víctimas mortales, tú vas a ser la única que salga ilesa, la única que camine sobre la gasolina si es necesario, la única que logre escapar. No sé cuánto tiempo viviremos ni tú ni yo, pero desde luego no moriremos en un coche.
Así que si vas a conducir conmigo quiero que te lo tomes en serio.
LI'L BIT. Lo haré, tío Peck. Quiero que me enseñes a conducir.
PECK. Bien. Aprobarás el examen en el primer intento. Con una puntuación perfecta. En las próximas cuatro semanas vas a conocer a esta nena por dentro y por fuera. Trátala con respeto.
LI'L BIT. ¿Trátala? ¿Por qué es 'una nena'?
PECK. Buena pregunta. No tiene por qué -pero cuando cierras los ojos y piensas en alguien que responda a tu tacto -alguien que actúe solo para ti y te dé lo que pides-... es eso lo que veo. Tú puedes llamarla como quieras.
LI'L BIT. (Al público) Cerré los ojos -y decidí no cambiar el género.
(Paula Vogel, How I learned to drive, 1997.
La traducción es mía)
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