-¡Ay, azucena atigrada! -suspiró Alicia, dirigiéndose a una flor de esa especie que se mecía dulcemente con la brisa-. ¡Ojalá que las flores pudierais hablar!
-¡Pues claro que podemos! -le contestó la Azucena; y añadió-: Siempre que haya alguien que valga la pena...
Alicia se quedó tan atónita que, durante un buen rato, no consiguió articular palabra: el asombro la había dejado sin habla. Por fin, viendo que la Azucena seguía columpiándose en la brisa, se decidió a preguntarle de nuevo, con una voz muy tímida, casi con un susurro:
-¿Y todas las flores podéis hablar?
-Tan bien como tú -repuso la Azucena-, y desde luego ¡bastante más alto!
-Por cortesía, no nos corresponde a nosotras hablar primero, ¿sabes? -le dijo la Rosa-. Me estaba preguntando cuándo te decidirías de una vez... "No tiene cara de tonta, no, me decía para mis adentros, pero tampoco es que sea muy inteligente". Además, ¡hay que reconocer que el color también te ayuda mucho!
-A mí el color me trae sin cuidado -dijo la Azucena-. Lo que me preocupa son sus pétalos... ¡Estarían mejor más ondulados!
A Alicia no le gustaba que se metieran con ella, así es que decidió cambiar de tema:
-¿No tenéis miedo de estar plantadas aquí solas, sin nadie que os cuide?
-Para eso está ahí ese árbol -le dijo la Rosa-. ¿De qué serviría si no?
-¿Y de qué os va a servir, en caso de peligro? -insistió Alicia.
-Nos cuida con tanto mimo, que hasta llora por nosotras -le dijo la Rosa.
-¡Pero si por eso se llama sauce "llorón"! -apostilló una Margarita.
-¿Es posible que no supieras eso? -exclamó otra Margarita.
Y comenzaron a vociferar todas a la vez, de manera que se armó un guirigay de voces que parecían llenar el aire con sus gritos ensordecedores.
-¡A callar todas! -les ordenó la Azucena atigrada, mientras cimbreaba su cuerpo violentamente-. Se aprovechan de que no puedo alcanzarlas- jadeaba muy excitada, inclinando su cabeza hacia Alicia- porque si no... ¡verían lo que es bueno!
-No te preocupes -le dijo Alicia para tranquilizarla; e inclinándose sobre las margaritas, que de nuevo comenzaban a alzar la voz, les susurró-: ¡Si no cerráis el pico, os arranco una a una!
Al momento se hizo el silencio y algunas margaritas rosadas palidecieron.
-¡Muy bien hecho! -le dijo la Azucena atigrada-. A ver si así escarmientan... Desde luego, las margaritas son las peores... Habla una y ya están todas hablando a la vez... ¡La ponen a una al borde del marchito!
-¿Dónde aprendisteis a hablar tan bien? -le dijo Alicia a la Azucena atigrada, tratando de quitar hierro al asunto con el halago-. He paseado por muchos jardines y puedo aseguraros que en ninguno he visto flores que hablaran.
-Es muy sencillo -le dijo la Azucena atigrada-. No tienes más que apoyar la mano en el suelo y sabrás el porqué.
Así lo hizo la niña.
-Desde luego, el suelo está muy duro -dijo Alicia-, pero no veo qué tiene eso que ver.
-En la mayoría de los jardines -le explicó la Azucena-, las flores están en unos lechos tan blandos, tan blandos..., ¡que están siempre dormidas!
Alicia se quedó maravillada de la coherencia de aquel razonamiento.
-¡Cómo no se me habrá ocurrido a mí antes! -comentó, admirada.
-¡Me parece a mí que a ti se te ocurren muy poquitas cosas! -comentó la Rosa en un tono algo sarcástico.
-Nunca había visto a nadie con más cara de boba -dijo una Violeta, que no había intervenido aún en la conversación; y lo hizo de una forma tan brusca que Alicia dio un salto al oír su voz.
-¡Tú calla la boca! -le ordenó la Azucena atigrada-. ¡Como si en tu vida hubieras visto a tanta gente! ¡te pasas el día roncando con la cabeza escondida entre las hojas! ¡Qué sabrás tú de lo que pasa en el mundo, capullo, que sabes menos que un capullo!"
(Carroll, L., A través del espejo y lo que Alicia encontró allí.
Imagen de John Tenniel para la edición original de Alicia)
3 comentarios:
he encontrado un poema q se titula o habla de "la mujer que". Te lo mando o te lo llevo.
Un besote.
Ana
Ah, sí, es de la increíble creadora Estíbaliz Espinosa, que acaba de ser editada en castellano (escribe en galego). Hablamos. Bico
Porfa!
Quiero verlo!
Que ando de cambios y con muchas dudas.
bsss!!
(Qué tal las vacaciones?)
a ver si mañana puedo copiarte el poema q no vuelvo a conectarme en unos días, si no ya a la vuelta. El libro es este http://www.acceda.com/host/elgaviero/libros/salamandria11.htm quizás lo tienen en la central o en arrebato, por si lo quieres ver. Ella es muuuuuy buena, una de las grandes, tiene blog en galego y en castellano. Fliparás! bicossssssss
http://estibalizes.wordpress.com/
http://estibaliz.wordpress.com/
Disfrítala. muich.
Ah, sí, prepara tú a Capote, ok? ya me dices, muaaaaaaaaaaaaaa
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