Prefiero estar de pie, siempre de pie
Prefiero los zapatos que no llevan cordones
Prefiero la soledad de mi cama, perdida bajo el edredón
Prefiero apagar el móvil mientras estoy en el teatro
Prefiero la risa al llanto y el llanto a la indiferencia
Prefiero el baile a la quietud
Prefiero el agua al hielo
Prefiero el verde al azul
Prefiero el silencio al grito, menos cuando el grito procede del silencio
Prefiero no tener que hablar nada más terminar de ver una película
Prefiero el vino
Prefiero no levantarme a las tantas, pero tampoco tener que madrugar
Prefiero ser culpable a simplemente sentirme culpable
Prefiero el precipicio que el miedo al precipicio
Prefiero soledad, y palabras y vacío que llenar con ellas
Prefiero la fuerza, mi fuerza
Madrid, 5 de febrero de 2010
2 comentarios:
En su escrito, un grito a la libertad. Romper con las formalidades y expresar lo que se siente en el momento indicado, muy bien.
Gracias!
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