Hace como mil años que no escribo nada, y ya hay quien me lo ha reclamado. La verdad es que estoy bastante liada este mes; me he cambiado de trabajo, empieza el proceso de retomar, como cada año, las actividades que abandonamos durante el verano...
Quiero hablar de violencia, esta vez. Como tantas otras, en realidad. Cuando volví de vacaciones me encontré con la noticia de la agresión a Jesús Neira por parte de un maltratador al que Neira trató de detener en pleno ataque a su pareja. La verdad es que la situación es tristemente usual, y ya hice referencia a ella en una entrada anterior (véase "Cañas al atardecer en mi barrio", 24/07/2008). El maltratador que es defendido por la maltratada frente a terceros/as. Lo que variaba en este caso es que, como consecuencia de la agresión a Neira este entró en coma; y un mes más tarde, sigue en coma.
Coda: la pareja del maltratador acude a varios platós de televisión (como tuve ocasión de comprobar este último fin de semana), y relata su historia (que no llegué a escuchar) a cambio de un montón de dinero.
Eso son los hechos crudos. Después, vienen todos los juicios y comentarios sociales. La mayoría, contra ella. A mí me gustaría no verme en la necesidad de hacer los míos, pero la verdad es que la situación me deja tan helada que no puedo mantener la boca cerrada. Repito que ignoro qué ha dicho ella; en cualquier caso, creo que haga lo que haga, y cobre lo que cobre, no deja de ser una víctima de violencia, y eso es algo que no deberíamos olvidar. ¿Son condenables sus apariciones en los medios de comunicación? A mí sí me lo parecen. Pero, desde luego, no es nada extraño, como decía, que defendiera a su maltratador.
No podemos caer en el maniqueísmo de disculpar todo lo que una víctima de violencia haga. Pero tampoco podemos olvidar que salir de una relación violenta supone un proceso largo y complicado, a menudo incomprensible desde fuera. En un mundo como el nuestro, son esos medios de comunicación que pagan lo que sea por lo que sea, el espectáculo está servido. ¿Cuándo se exigirán responsabilidades a estos medios capaces de enlatar y vender cualquier cosa -desde la violencia contra las mujeres, hasta un accidente aéreo con 154 muertas/os-?
La cosa es trágica, porque los juicios están lloviendo de todas partes, y creo que con frecuencia en la dirección incorrecta.
Pensando en algo más positivo, me ha alegrado leer hoy una noticia en "El País", relativa a un programa que está llevando a cabo el Instituto de la Mujer de Andalucía: "Reconstrucción de identidades en mujeres víctimas de violencia de género", se llama (http://www.elpais.com/articulo/andalucia/Ex/maltratadas/felices/elpepiespand/20080915elpand_3/Tes). Aconsejo a todo el mundo que lo lea, no ya por el contenido, sino por el tratamiento que hace del tema; especialmente recomendable, la deconstrucción de mitos comúnmente asociados a la violencia que realiza al final, ya que son cosas que continúan estando en el imaginario colectivo de todos y de todas. Sorprenderá. Siempre que "El País" mete la pata lo digo; esta vez, me ha dado gusto leer una noticia que sí se desmarca de los estereotipos al uso.
LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES NO SUCEDE SÓLO EN ENTORNOS POBRES O DE BAJO NIVEL CULTURAL.
LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES NO SE DEBE AL ALCOHOL NI A OTRAS DROGAS.
LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES NO SUCEDE A MUJERES CON UN PERFIL DETERMINADO.
LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES NO SUCEDE A LAS MUJERES MÁS DÉBILES, CON CARENCIAS AFECTIVAS O BAJA AUTOESTIMA.
LOS IDEALES DE LA MEDIA NARANJA, EL PRÍNCIPE AZUL Y LA FAMILIA PERFECTA SON FALSOS.
Repitámoslos como un mantra; acabaremos asumiéndolos.
Saludos.
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