Nunca paraba de llover, no teníamos dónde caernos muertos, se nos metía la humedad hasta los huesos, pasábamos todo el día en la calle: en los bares, en los portales, en los pórticos del ayuntamiento y la plaza chiquita. Los domingos eran insoportables. A mí me salvó la literatura.
Mañana, autorresidencia de escritura:)
La trastienda (Uxue Alberdi, 2020).
Imagen del calendario de 2023 de @mugrons_art
No hay comentarios:
Publicar un comentario